Arranca nueva época, con retos y … – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Los jóvenes –que todos hemos pasado por esa bella, inolvidable y formadora etapa de la vida- siempre pedimos espacios, oportunidades y poder liderar procesos, que vemos o calificamos de fallidos, no satisfacen o sirven para justificar el moldear nuevos caminos y desde este 20 de julio veremos si estas premisas van por el correcto, hacia un país sólido, izando hoy su pabellón.

Llegar a administrar tiene una esencia infinita, por ser con los recursos de todos, y en ello hay que despejar angustias, temores, molestias y hasta premoniciones, que no benefician a nadie, y menos a esas causas que alborotaron una sociedad, que lograron seguir dividiéndonos –casi en partes iguales-, que dejaron al descubierto debilidades, ambiciones, camaleones y aduladores.

Hablan de cambios leves, modestos, fuertes y extremos… pero que se han venido transformando en la medida de las conveniencias mediáticas y de las fuertes reacciones traslúcidas en las redes sociales y que será la constante en los próximos meses y que así nos deberemos acostumbrar en la nueva época que arranca con bríos, pero con los mismos que han saltado entre partidos políticos, defendido personajes, vociferando groserías y ataques en trinos y hasta perdiendo la vergüenza.

Ya definidas las coaliciones –que dejan mucho que lamentar- vamos a conocer de esos retos que en regiones les respondieron con votos, los dejaron colgados, les prometieron y no cumplieron y en las que ni fu, ni fa. Por eso es que a los ungidos, los retos les van a respirar en la nuca, no por gusto, sino porque abrieron tanto la boca, para prometer tantas cosas, que al parecer –y ya empezaron a anunciarlo-, no les alcanzarán los tiempos y que van a buscar que sea por 12 años, o más.

Y no son las tres, o cuatro, o cinco administraciones que pretendan sino que con tantas reformas, algunas necesarias, dispondrán de los intríngulis del Estado para “demostrar” que eran indispensables, imprescindibles y salvadores. Valga la ocasión para reconocer que fueron cuatro años de retos, de un gobierno de transformaciones, de logros, de errores, de aciertos, de obras y de institucionalidad. No porque ‘la administración Duque’ necesite defensores, sino que las cifras macro la valorarán en la historia, demostrarán que hay hechos tozudos en su gestión y poco a poco se develarán otras.

“El nuevo gobierno será un lugar de cambio, asumido por los sectores que en algún tiempo fueron excluidos…” y “No va a tener transformaciones inmediatas, pero va a permitir nuevos diálogos que apunten a reconocer diferentes sectores y necesidades…” son las voces, expectativas, deseos y visiones de lo que seguidores, simpatizantes, independientes, gestores, jóvenes activistas ya expresan a 18 días de asumir las riendas, del ambicionado cargo y honor de Presidente de Colombia, que va más allá de los necesitados 50 billones, de nuevos ministerios, de tener congreso a sus órdenes y de otras leyes que demandarán cordura, sopesar y poder traducir-satisfacer a esos sectores y diálogos. . . en los que se conjuguen los del cambio y los de siempre, con los otros.

*Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez.  @ricardocipago

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