Hoy puede parecer absurdo, pero aquel 25 de marzo del año 2020, el comienzo del encierro, fue una de las medidas que tuvieron que tomar varios gobernantes del país, entre ellos el mismo gobernador de Boyacá y la mayoría de alcaldes, para tratar de frenar el ingreso de la COVID-19 a sus municipios.

En algunos municipios, ni siquiera necesitaron de un decreto de la alcaldía, pues las mismas comunidades se salieron y bloquearon el acceso a sus localidades, ante el constante arribo de familiares de diferentes partes del país a ‘escampar’ lo que se pensaba iba a ser cuestión de unas semanas.

Atravesaron gigantescas piedras, tumbaron árboles de la orilla de la carretera y hasta llegaron a abrir grandes zanjas en la vía para evitar el ingreso de visitantes a sus municipios, esos mismos que por venir de la ciudad, podían llegar contagiados a regar el mortal virus.

El miedo era generalizado. En algunos municipios hasta armaron turnos de vigilancia para evitar que fuera a ingresar gente que así fueran paisanos, vivían en otras regiones del país.

Son cientos y cientos de imágenes, de las cuales les presentamos apenas una pequeña selección que sin lugar a dudas nos rebobina el casete, de lo que pasó de lo que vivieron chicos y grandes por aquellos días en los que muchos incluso reaccionaron de una manera esquizofrénica en el departamento de Boyacá a lo que ocurría en todo el mundo.