Agites positivos y otros de lamentar – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

En varias instancias del día a día de nuestros entornos se encuentran unas perlas que se transforman en diamantes,  rubíes, en esmeraldas y hasta llegar a ser simples piedras dañosas, que solo salen para golpear, otras se convierten en dolores de cabeza, satisfacciones y celebraciones, en recuerdos de lamentos que todo fue mejor en el ayer, y en el fondo todo radica en que perdimos la línea por la que un buen caminar es la ruta para avanzar.

Por estas mismas horas se apresuraron la temporada de lluvias, con todas sus consecuencias, que se anuncian por expertos, pero hay más expertos en los escritorios de por acá que no hacen nada para prevenir sino esperar a salir a medios a justificarse… y entonces ¿a quién se señala?, ¿quién el responsable?, ¿y quién asume esos daños de la naturaleza? pues Todos.

Para relatar que un conductor de carro pequeño que por atrevido busca sobrepasar a una buseta y resulta insultando y energúmeno a un peatón, que usa su derecho a pasar de lado a lado, para poder subirse al andén. Y ése ciudadano de bien puede ser Usted que sale en horas de comprar alimentos, recoger hijos en colegios, pagar recibos de servicios o pedir citas por una enfermedad o dolencia, pero el gran amable del pequeño carro es un peligro y asesino en potencia, igual o peor que esos que huyen luego de atropellar y se ufanan de llamarse “carros fantasmas” y sin olvidar a unos pocos abusivos motociclistas.

Un concejo municipal que no sabe qué pretexto aplicar para salir de una sin salida, de estar en la hoguera de sus palabras, de fallar en 2 o 3 ocasiones en una decisiva elección, de convertir en una “gallera” de mentiras el “recinto de la democracia”, de acomodarse con el de turno para después traicionarse entre sí, que son los que barajan en unas atípicas y que ya viéndose perdidos buscan mirar el catalejo de lo que les viene, porque arderán sus ambiciones en los votos de la gente, de bien, y de sus aduladores que cual camaleones ya se les conoce por sus piruetas circenses.

Unos aspirantes y sus recurriendo a todos, a ataques personales sin sustento y a chismes de tinto para atacarse, luego congraciarse con saludos de “Doctor” a sus contrincantes para terminar en susurros y sacarse sus trapitos para vergüenza de unas comunidades que se dejaron arrastrar por los doctores, o los sin abolengos, pero que rompieron todos los cristales de esas vajillas que se guardan con esmero, para las mejores ocasiones… ahí están sus redes con agites populistas que mueven emociones, pero no dan soluciones.

Eso sucede en los escenarios locales, no faltan en lo regional donde por estar en lamentaciones de sus alianzas hoy no dan pie con bola y están en abismos de sus inventos, que ya les tienen sus cuentas de cobro.

Un precandidato nacional, a ser el primer mandatario del país, que vocifera que “le pego su tiro”, pero que en sus propuestas e ideas llega a las entrañas con las que serían ideales pero ya en el curubito no las podrá cumplir, ni en el 50% de su deseo populista, y si eso es en campaña… y los que con sus magnificadas cuentas de twitter y Facebook ya polarizan hasta un paseo de olla.

No falta el que enjalmado que con cursilería y lágrimas de cocodrilo divide a un bulto de canela, sólo por la ambición desmedida de que tiene que ser ya su momento, como lo hizo ante incautos de por estos lares.

Y el que llegando a la segunda más alta dignidad de la nación se atrinchera en negociar cargos en el gobierno, manejar sus hilos para ser llamado a los pactos nacionales y que en nada da el talante de su abuelo, pero que goza de las mieles del poder, nacional y regional, pero de aportes, recursos y obras concretas nada de nada, ¿o sí? Que se vean y YA.

No es que todo sea malo, negativo, empeore cada horas, sino que hay verdaderos agites que son positivos y no los valoramos o no queremos ver. Las celebraciones de aniversarios, los triunfos de los deportistas, los logros académicos de colegios y universidades, el crecimiento en ventas de vivienda, las reducciones en las ocupaciones de las camas UCI, las casi 999 mil dosis aplicadas por estas tierras, la respuesta de jóvenes al plan nacional de vacunación y a la convocatoria para ser consejeros de juventud y sin descuidar las visitas de personajes nacionales y a la espera de sus anuncios, o mejor compromisos, para con sus responsabilidades y dignidades.

Vendrán nuevos aires, algunos fríos y otros calurosos, en los horarios que el cambio climático así lo disponga, no por caprichos de 5 o 10, ¿o será que hasta allá llegarán? A preocuparnos ahora sí.