El Barco Libertad vuelve a navegar

Luego de 10 meses de quietud, el pasado fin de semana prendió motores una vez más el Barco Libertad, reconocido atractivo turístico construido en Paipa en la empresa Malpensa del empresario Luis Vargas Gutiérrez quien, obsesionado por hacerle importantes aportes al departamento y a la ciudad, se embarcó en esta aventura hace más de 10 años para hacer realidad otro de sus sueños: Poner a navegar un barco por el espejo de agua de su amado lago Sochagota.

El espejo de agua volvió a sentir sobre su corpiño al Barco Libertad. Fotografía Boyacá Sie7e Días.

Este ha sido realmente un destino de trascendental importancia para el desarrollo de la capital turística calificado por la crítica especializada como un verdadero aporte al sector de la economía regional ya que con su llegada ubicó a Paipa en otro nivel y le dio categoría a esta ciudad con un novedoso sistema de hacer eventos en medio de la espesa masa de agua del emblema natural como se hace en reconocidos destinos de Europa.

Al interior del Libertad se manejan y aplican todas las normas de bioseguridad. Fotografía Boyacá Sie7e Días.

El empresario Luis Vargas Gutiérrez señaló que mantener activo el Barco Libertad es algo que genera muchos costos operacionales y pese a la crisis económica ocasionada por la pandemia, han vuelto a zarpar y el Libertad regresó a su dinámica diaria para llevar a los visitantes por recorridos de magia y fantasía.

«Estamos retornando poco a poco» añadió el empresario Luis Vargas, «porque no es fácil lo que está sucediendo a causa de esta emergencia sanitaria y lo que más deseamos es que los turistas lleguen de nuevo a Paipa y encuentren en el Barco Libertad un motivo más para quedarse, regresar y extasiarse con sus paisajes y los regalos divinos otorgados a esta bella tierra».

Inolvidables momentos se viven a bordo del barco Libertad con la realización de toda clase de eventos. Fotografía Archivo particular.

De esta manera el Barco Libertad inicia sus acostumbrados recorridos en horarios de mañana, tarde y noche en la realización de eventos de carácter social, empresarial y cultural, eso sí, guardando y aplicando las normas de bioseguridad que garanticen el bienestar de sus navegantes.

Buen viento y buena mar.