“Calle esa boca, no sea ocioso, deje de invocar a la trampa”, decían las abuelas a sus nietos cuando estos comenzaban a decir cosas que podían ocurrir, pero que a ellas -las abuelas-, les daba pánico que pudieran presentarse.
Y esa parece ser la única respuesta que reciben por estos días los alcaldes de varios de los municipios de la región norte del departamento, ante la reclamación de que se les incremente el pie de fuerza, esa misma en la que por estos días reina el pánico por el anuncio de que desde las 6:00 de esta mañana, hasta las 6:00 de la mañana del lunes se tendrá el paro armado del Eln.
Sí, esa misma región del departamento en la que durante los 80 y parte de los 90 se tuvieron actos demenciales por parte de las guerrillas no solo de las Farc, sino del Eln; esa misma región en la que hace apenas una semana fueron asesinados dos líderes comunales, según la misma Policía por parte del Eln.
Pues hoy la queja de los alcaldes en la mayoría de los municipios de esta región es por la baja presencia de fuerza pública. “Sumado a que la presencia de uniformados es muy baja, ahora resulta que se llevaron a la mitad de los que había, disque a reforzar la seguridad del Tour Colombia”, recalcó uno de los alcaldes.
Otro de los mandatarios señaló que sería mejor que sacaran a los tres policías que tienen en la estación, antes de que se presente una verdadera tragedia en el pueblo. Calle esa boca…