Pese a su tamaño, peso y rasgos gruesos, estos animalitos son cariñosos con sus dueños y muy juguetones con los más pequeños del hogar.

En la actualidad existen en el mundo cerca de 100 razas de felinos, que están catalogadas en cinco categorías por sus diferentes características. Sus rasgos se dividen en: persas y exóticos, orientales y siameses, pelo largo y semilargo, pelo ondulado o rizado y pelo corto, categorías que son el resultado del análisis que se ha realizado a lo largo de los años a las particularidades comunes de los gatos, así como de su origen.
Una de estas razas exóticas son los maine coon, animales que han causado gran impacto por su tamaño, incluso se llega a considerar que son los gatos domésticos más grandes, donde los machos llegan a pesar entre 7 y 10 kilos, mientras que las hembras pueden alcanzar un peso entre 5 y 9 kilos.
Esta raza se caracteriza por ciertos rasgos que los diferencia de otras razas similares, como el bosque de Noruega o el gato siberiano, ya que estos felinos tienen la cabeza cuadrada, la frente está ligeramente abombada (lo que le dota de un perfil ligeramente cóncavo), aunque tiene una pequeña hendidura entre la frente y el hocico, y los ojos son simétricos, por lo que su tierna mirada se ha convertido en una de sus señas de identidad más relevante. Sus ojos son grandes y las orejas resultan largas y en punta.
La nariz es ancha y en ocasiones puede tener la punta ligeramente abombada. El mentón es firme, fuerte, y los maxilares son potentes y bastante largos.
En cuanto al cuerpo, se caracteriza por ser musculoso y fuerte, mientras que su extenso pelaje puede cambiar y tener un manto de diferentes colores.
De otro lado, son gatos cariñosos: se sentarán de manera habitual cerca de usted, buscando su cercanía, pero a la vez son gatos independientes a los que les gusta estar tranquilos.
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