Deslizamientos, crecientes súbitas y vías afectadas siguen marcando la emergencia en varias zonas del departamento.
*Por: Yuliana Bohorquez

Autoridades evalúan la posibilidad de extender la declaratoria de calamidad pública en Boyacá. Foto: archivo particular
La actual temporada de lluvias mantiene en alerta al departamento de Boyacá, donde los deslizamientos de tierra continúan siendo el evento más recurrente y de mayor riesgo para las comunidades. Así lo confirmó el director departamental de Gestión del Riesgo, Jaisson Carreño Calderón, quien explicó que la región no es ajena a la crítica situación que afecta a gran parte del país.
“Todos los días se emiten boletines del Ideam y en esa emisión de boletines vamos replicando porque van cambiando los municipios que están en alerta roja, naranja, amarilla, sobre todo por deslizamiento de tierras, que es uno de los eventos más recurrentes ahorita en la temporada de lluvias”, dijo el director en diálogo con Boyacá Sie7e Días.
Indicó que para este martes 18 de noviembre los municipios de Aquitania, Cubará, Jenesano, Pauna y Rondón se encuentran en alerta roja por deslizamientos de tierra. A esta situación se suma una extensa lista de municipios en alerta naranja, como Arcabuco, Belén, Boyacá, Briceño, Caldas, Chiscas, Chiquinquirá, Ciénega, Cómbita, Moniquirá, Motavita, Nobsa, Otanche y Paipa.
“La generalidad es que las provincias de Occidente, Norte, Gutiérrez, Valderrama, parte de Tundama, parte de Sugamuxi, Centro y Ricaurte (alto y bajo) están en amenaza porque las precipitaciones en esta época del año tienden a incrementarse en estos sectores. Ya en el sur del departamento, lo que comprende el Valle de Tenza y la provincia de La Libertad, pues digamos que el fenómeno baja un poco”, explicó el funcionario.
Para mitigar las afectaciones se ha dispuesto maquinaria amarilla en distintos municipios con el fin de restablecer rápidamente la comunicación vial, uno de los mayores impactos para la población.
De igual manera, Carreño confirmó que el cambio climático ha alterado por completo los ciclos tradicionales de lluvia en Colombia y por supuesto en Boyacá. “Antiguamente era de abril a junio la primera temporada de lluvias y la segunda de septiembre a noviembre. Pues ya no es así, eso ha ido cambiando. El Ideam pronostica algunas cosas y suceden otras”.
La primera temporada de lluvias se extendió sin dejar de llover, prácticamente, en todo lo que va del año a excepción de enero y febrero. “cesan las lluvias en una provincia y aumentan en otra”. De acuerdo con el boletín de octubre del Ideam, se prevé que las lluvias continúen hasta mediados de enero.
Actualmente 38 municipios se encuentran en calamidad pública, al igual que el departamento, una medida vigente desde el 24 de mayo y que podría ser prorrogada debido a las intensas precipitaciones, los nuevos pronósticos y la insuficiencia administrativa que enfrentan muchas alcaldías. El Consejo Departamental de Gestión del Riesgo estudia la continuidad de esta declaratoria para garantizar una respuesta más efectiva y oportuna.
De otro lado, si bien la Dirección de Gestión del Riesgo actúa como ente coordinador, la vigilancia de los ríos y el incremento de sus cauces está a cargo de las corporaciones autónomas regionales: Corpoboyacá, CAR Cundinamarca, Corporinoquia y Corpochivor. Estas entidades implementan los planes de manejo de cuencas, monitorean desbordamientos y trabajan de manera articulada con las alcaldías.
El director insistió en la necesidad de que los 123 municipios destinen recursos suficientes al Fondo Municipal de Gestión del Riesgo, herramienta clave para actuar con rapidez en situaciones de desastre.
“Este fondo es el encargado de determinar rápidamente las soluciones en materia de gestión del riesgo; en conocimiento, en reducción, en el manejo del desastre y en salvaguardar vidas humanas. La mayoría de los municipios en nuestro departamento son de sexta categoría, por supuesto que es difícil para un mandatario, pero hay que hacerlo porque son las vidas y nuestra comunidad es la que está en juego”, subrayó el funcionario.
También hizo un llamado a la ciudadanía a asumir un rol activo en su propia protección:
- Evitar acercarse a ríos en época de lluvias.
- Conocer las rutas de evacuación.
- Reportar sonidos extraños en zonas donde suelen ocurrir deslizamientos.
- Coordinar con líderes comunales, entidades de socorro y administraciones municipales.
“La gestión del riesgo es un proceso social. Si nos autocuidamos y trabajamos coordinadamente, salvaguardaremos la vida de todos, como por fortuna lo hemos logrado este año”, concluyó.
*Redactora de Boyacá Sie7e Días