Historia, resultados y estadísticas del Mundial de Ciclismo Colombia 1995

Después de casi 20 años luchando contra el mundo y nosotros mismos, Colombia y Boyacá asumieron el compromiso deportivo más grande de toda nuestra rica y maravillosa historia.

José Baudilio Cepeda Mariño, periodista deportivo. Foto: archivo Boyacá Sie7e Días

*Por: José Baudilio Cepeda Mariño

Recibir a 77 países del globo terráqueo y organizar el Mundial de Ciclismo fue posible gracias a un grupo de personas y empresas que lo creyeron posible (hubo pesimistas), apoyados en los méritos ganados por nuestro país ante la UCI con las permanentes y brillantes actuaciones de nuestros ciclistas a nivel mundial.

A pesar del deterioro de nuestra imagen por la violencia, el narcotráfico, la corrupción y otras plagas, los colombianos también somos genios del bien, trabajadores incansables, bien en la industria, la minería, capacidad empresarial y dirigencial y la producción de excelente materia prima humana para el deporte, especialmente en ciclismo.

Con el permanente apoyo del Gobierno nacional, la historia data desde 1977 cuando el presidente de la época en Fedeciclismo, Marcos Arámbula Durán (q. e.p.d.), planteó la idea realizadora del evento al presidente de la UCI, el italiano

Adriano Rodoni, y posteriormente una delegación colombiana, encabezada por Miguel Ángel Bermúdez , Alfonso Salamanca Llach, Antonio Ambrosio, Gonzalo López y ‘Cochise’ Rodríguez, realizaron los intentos con gestiones definitivas y en enero de 1993, en reunión cumbre de la UCI, el entonces director de Coldeportes Nacional, Miguel Ángel Bermúdez Escobar, recibe la confirmación de Colombia sede del Mundial 1995.

Fue un compromiso para la pista en Bogotá y la ruta en Boyacá, del 4 al 8 de octubre. Este departamento no fue inferior, como siempre, a sus grandes compromisos y en cabeza de dirigentes como Alfonso Salamanca (gobernador) y su sucesor, Benigno Perilla; los alcaldes: Manuel Arias (Tunja), Alcides Gómez López (Tuta), Rodolfo Díaz (Paipa) y Héctor Julio Becerra Ruiz (Duitama). El alcalde duitamense logró reunir 77 barrios de su municipio para que ‘adoptaran’ a cada país con el nombre del mismo, decorando sus residencias con colores, banderas y escudos alusivos a cada nación participante.

A pesar del luto por la muerte accidental en Caldas, a comienzo de año (febrero) de tres destacados ciclistas (Néstor Mora, Augusto Triana y Hernán Patiño) , resultó impresionante, por decir lo menos, la organización del Mundial Colombia- 95, ratificado con las palabras del presidente de la UCI, el holandés Hein Verbruggen: “Boyacá es espectacular y su pueblo es espectacular, fue una gran idea haber escogido a Colombia; me siento muy feliz de estar aquí porque en mi vida jamás nos habían recibido como en Boyacá”.

En lo deportivo, bronce en Ruta Aficionada Masculina del boyacense Víctor Ángel Becerra Castro, que abrió caminos de sueños y esperanzas junto al cuarto lugar en la Crono Profesional del paisa Dubán Ramírez, los decorosos puestos femeninos, noveno en la crono y séptimo en gran fondo de la sogamoseña Maritza Corredor y el octavo puesto del duitamense Oliverio Rincón Quintana en Ruta-Fondo Profesional, completan un balance satisfactorio para los colombianos.

La prueba del cierre Ruta Profesional Fondo (265,5 km), el 8 de octubre, fue espectacular y exigente, a tal punto que solo terminaron 20 de 98 que iniciaron la competencia: 78 por diversas razones se bajaron antes de la meta.

De los 12 colombianos que compitieron, solo concluyeron tres: los boyacenses Oliverio Rincón (octavo), Israel Ochoa (11) y Chepe González (15), y los nueve restantes abandonaron en el siguiente orden: Efraín Rico, Álvaro Lozano, Libardo Niño, Nelson Rodríguez, Alberto Camargo, Henry Cárdenas, Celio Roncancio, Juan Diego Ramírez y Óscar de J. Vargas. Fue final con el campeón Olano pinchado en su rueda trasera y un histórico aguacero apenas concluido el certamen.

Oro: Miguel Induráin L. (España), 55 min 30 s. Plata: Abraham Olano (España), a 48 s. Bronce: Uwe Peschel (Alemania), a 2 min 03 s. Foto: archivo particular

Terminado el Mundial me invadió la nostalgia, porque a finales del siglo pasado Dios me permitió, y también a los colombianos, ver nacer, crecer y cumplirle al mundo la cita pactada con el deporte que más triunfos le ha dado históricamente a mi país.

Jamás olvidaré la respetuosa, efusiva y millonaria presencia de aficionados que decididamente engrandecieron la imagen de una patria, dejando una

brillante y luminosa estela en el firmamento ciclístico mundial. Dicen que en 1492 Colón vino de España a América por el oro y en 1995 España volvió en franca lid por la plata y el oro, con Induráin y Olano, porque los ibéricos nunca habían podido ganar oro en Ruta Fondo Mundial.

*Periodista deportivo


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