El corredor es una herramienta de integración regional, una vía que estimula la economía y que ha abierto nuevos horizontes turísticos y comerciales.

Este corredor, de 137 kilómetros, es diseñado, construido, operado y mantenido por la Concesión Transversal del Sisga. Foto: archivo particular
*Por: Yuliana Bohórquez Montañez
La transversal del Sisga ha dejado de ser una vía secundaria para convertirse en una arteria fundamental para el desarrollo económico y social de los municipios del Valle de Tenza y el piedemonte llanero. Hoy conecta a más de una decena de municipios en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Casanare, beneficiando a comunidades que durante años enfrentaron el aislamiento y el olvido.
Este corredor, de 137 kilómetros, es diseñado, construido, operado y mantenido por la Concesión Transversal del Sisga, que tiene a su cargo la conexión entre Chocontá, Machetá, Manta y Tibirita en Cundinamarca; Guateque, Sutatenza, Somondoco, Garagoa, Macanal, Santa María y San Luis de Gaceno en Boyacá, y Sabanalarga, en Casanare.
Beneficios e impactos del corredor vial: un cambio tangible en el territorio
El mejoramiento de la infraestructura ha sido evidente: donde antes solo había carreteras de difícil acceso conderrumbes y largos tiempos de viaje, hoy hay una vía pavimentada, señalizada y en operación continua, que ha reducido significativamente los tiempos de desplazamiento entre los municipios con la capital del país.

Donde antes solo había carreteras de difícil acceso con derrumbes y largos tiempos de viaje, hoy hay una vía pavimentada, señalizada y en operación continua. Foto: archivo particular
“Hace más de 20 años la vía era terrible: totalmente destapada, llena de derrumbes. Ahora está bien, bonita, y eso ha traído más turistas”, comenta María Elvira Roa, residente y comerciante de Santa María, quien destaca cómo el mejoramiento vial ha incrementado la actividad comercial del municipio.
Los testimonios coinciden en que el turismo ha crecido, sobre todo los fines de semana, y con él la demanda en hospedaje, gastronomía, productos locales y servicios. Santa María, por ejemplo, se ha posicionado como un destino para el avistamiento de aves, el ecoturismo y el disfrute de pozos y cascadas naturales como la ‘Cascada de la 70’.

El mejoramiento de la infraestructura en esta carretera ha sido evidente. Foto: archivo particular
Natalia Beltrán, trabajadora del Hotel Esmeralda en Santa María, asegura que la vía ha sido fundamental para el desarrollo del municipio: “gracias al mejoramiento aumentó el número de turistas, estamos ubicados a solo tres horas de Bogotá y eso nos ha beneficiado directamente”, afirmó.
El impacto también se refleja en el empleo directo e indirecto. María Flor Bermúdez, trabajadora de la concesión en puntos de mantenimiento u operación, explica: “llevo nueve años trabajando en la vía con la empresa, me he sentido muy bien con mi trabajo (…). Mi trabajo es importante para la seguridad de los usuarios porque previene accidentes. Esta empresa presta un servicio inmediato y eficaz con grúas, carro-taller y atención en carretera”, dijo la señora.
A lo largo de la vía se ha observado un crecimiento sostenido en negocios rurales, tiendas, hospedajes y puntos de venta de productos agrícolas. El corredor vial ha representado una oportunidad de ingresos y estabilidad, así lo confirmó Rubén Darío González, alcalde de Santa María:
“Yo llevo 43 años viviendo en la región y este corredor vial le cambió la vida no sólo a Santa María sino a todos los municipios aledaños. Antes eran hasta ocho horas de viaje, hoy son tres desde Bogotá. Eso ha permitido que la gente venga, compre, se quede y conozca nuestros sitios turísticos. El comercio se ha reactivado notablemente”, destacó el mandatario.

Puente sobre el río Upía, en San Luis de Gaceno. Foto: archivo particular
Desde un enfoque técnico, el ingeniero Silverio Leguizamón Rincón, presidente de la Sociedad Boyacense de Ingenieros y Arquitectos, explicó que el mejoramiento vial ha tenido múltiples beneficios: “la disminución de los costos de transporte, reducción obviamente en los tiempos de viaje y la seguridad vial gracias a obras como muros de contención, drenajes y estabilización de taludes”, manifestó el ingeniero.
Además, “esto permite a los productores obtener mayores utilidades al llevar sus productos a centros de acopio con más eficiencia”, aseguró Leguizamón.
Desde el sector empresarial, el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Tunja, Jhon Jairo Martínez, resaltó que esta vía ha representado una mejora significativa para los comerciantes y empresarios de zonas tradicionalmente marginadas como el Valle de Tenza: “la transversal del Sisga era una necesidad urgente. Esta región había sido muy utilizada, pero poco atendida. Hoy se nota el progreso”, destacó.
El desafío de la sostenibilidad
Pese al impacto positivo, la sostenibilidad del proyecto enfrenta dificultades; el mantenimiento y la operación de la vía dependen en gran medida del recaudo del peaje de San Luis de Gaceno, cuyo nivel actual no garantiza la estabilidad financiera del corredor.
El ingeniero Silverio Leguizamón recordó que, en un departamento de topografía montañosa los costos de construcción y mantenimiento son altos: “estas vías requieren muros de contención, obras de drenaje, estabilización de taludes. El sistema de peajes es el único mecanismo que garantiza la sostenibilidad de las vías en el tiempo”, recalcó.

La Transversal del Sisga se ha consolidado como una ruta alterna clave entre el centro y el oriente del país, aliviando la carga de corredores como Bogotá–Villavicencio y Sogamoso–Yopal en momentos de crisis. Foto: archivo particular
El presidente de la Cámara de Comercio de Tunja, señaló: “un peaje es necesario porque, obviamente, es el que ayuda a mantener esas vías en buen acceso (…)”. Hizo un llamado para que la problemática relacionada con el peaje se resuelva pronto y de la mejor manera, “que se hagan las cosas rápido, pero que se hagan bien, porque la transversal del Sisga es muy importante para todo este sector”, finalizó.
Esta vía ha permitido descongestionar otros corredores estratégicos como Sogamoso-Yopal y Bogotá-Villavicencio, especialmente en épocas de crisis o cierres viales. Sin embargo, algunos expertos y transportadores resaltaron que aún persisten desafíos importantes, especialmente en lo relacionado con el cobro del peaje en San Luis de Gaceno y las condiciones técnicas de la carretera.
El ex viceministro de transporte y jefe de gabinete de la Comunidad Andina (CAN) para el periodo 2022-2023, Juan Camilo Ostos, destacó que la transversal del Sisga cumple una función importante como corredor turístico y de conectividad.

Túnel Las Juntas, de 207 metros de longitud. Foto: archivo particular
“Es una vía alterna para conectar a los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Casanare, que son los mayores beneficiarios. Y esto descongestiona lo que pueden ser las vías de conexión entre Sogamoso y Yopal y la vía Bogotá-Villavicencio. Este corredor es una buena alternativa para conectarse en tiempos de crisis. Además, es una muy buena vía para las provincias del Valle de Tenza, sobre todo en términos de conectividad y turismo”, destacó Ostos.
Agregó: “el gran lunar ha sido la falta de concertación con las comunidades sobre la excepción de los peajes, lo que ha generado tensiones y posibles impactos financieros para la concesión”, explicó.
Según Ostos, el contrato de concesión establece un cierre financiero basado en los recaudos por peajes, y la suspensión de este ingreso puede derivar en demandas contra el Estado. “Es clave un diálogo eficaz entre la comunidad, el concesionario, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y actores como la Defensoría del Pueblo y los gobiernos territoriales”, concluyó.

El puente que une a Boyacá con los llanos orientales. Foto: archivo particular
Desde el sector transportador, el subgerente de Flota Sugamuxi, Edgar Godoy, quien lidera uno de los principales operadores de transporte intermunicipal de la región, afirmó que esta ruta se ha convertido en una de las más eficientes.
“Es prácticamente nuestra única opción para salir de Yopal hacia Bogotá. Por ejemplo, un trayecto que antes tomaba unas seis horas, ahora se puede hacer en tres horas y media”, afirmó. Agregó que el impacto para los agricultores y ganaderos de la región ha sido significativo, especialmente en términos de reducción de tiempos de viaje y costos de transporte.
“De lo que es de las Juntas hacia abajo, podemos utilizar más o menos unas 30 rutas al día. Como le digo, en las Juntas nosotros nos dividimos, unos vienen hacia Tunja por Garagoa y otros siguen por Guateque hacia Bogotá”, indicó.
Godoy aseguró que la transversal del Sisga es una de las rutas menos complicadas para viajar hacia la capital del país: “nosotros estamos tan acostumbrados a que las rutas de nosotros no sean tan eficientes, y por eso decimos que la transversal del Sisga es la más eficiente de las tres salidas de Yopal hacia Bogotá, que serían en este caso Villavicencio, Pajarito o la transversal del Sisga. Las tres son vías complicadas, pero la menos complicada de las tres es la transversal del Sisga”, señaló.
Finalmente, Óscar Cuadros, transportador de la empresa Libertadores, también reconoció los avances logrados gracias a la concesión: “pasamos todos los días por la vía. Cuando la transversal del Cusiana se cierra, esta es nuestra alternativa. La vía está pavimentada, la atienden con prontitud cuando hay deslizamientos, y eso mejora la movilidad y el comercio”.
En cuanto al peaje, Cuadros ofreció una opinión personal: “preferimos pagar un peaje si eso significa mantener la vía en buen estado. Entiendo y respeto las razones de la comunidad, pero como transportadores valoramos la calidad del corredor”, manifestó.

Túnel El Infierno, de 490 metros de longitud. Foto: archivo particular
Aunque la transversal del Sisga ha traído múltiples beneficios en conectividad y reducción de tiempos, la situación del peaje de San Luis de Gaceno continúa generando tensiones entre las comunidades y la concesión. La solución, coinciden los actores consultados, pasa por un diálogo efectivo que permita garantizar el uso sostenible de esta vía clave sin afectar ni a la comunidad ni al equilibrio financiero del proyecto.
Todos los voceros o líderes coincidieron en que la transversal del Sisga no solo favorece a Boyacá, sino que es una puerta de conexión con el Casanare y la región de la Orinoquia, facilitando el flujo comercial y turístico en una zona que busca consolidar su desarrollo. La vía representa una transformación palpable para el oriente del país.
Esta vía hoy está consolidada como el polo de desarrollo de comunidades de Cundinamarca, Boyacá y Casanare, que por décadas reclamaron la construcción de una carretera segura y que cumpliera con los requerimientos técnicos adecuados para un transporte eficiente. El sueño se ha cumplido y la transversal del Sisga es un corredor por el que salen los productos de la región y llegan miles de turistas a disfrutar de los atractivos de este destino imperdible. Cabe destacar que el concesionario dio cumplimiento a sus obligaciones contractuales en la etapa de construcción, y hoy se requiere de los recursos del peaje de San Luis de Gaceno para apalancar el sostenimiento de esta vía que está impulsando el progreso de tres departamentos.
*Redactora de Boyacá Sie7e Días