Un nuevo incendio que se presentó en la vereda el Limonar, alcanzó un área agro-industrial de palma aceitera destruyendo más de 300 hectáreas de pasturas, bosque y palma.

Nuevamente la angustia asaltó a los hombres y mujeres del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Maní, en las riberas del río Cusiana, que se enfrentaron a un incendio de grandes proporciones que se inició en unos potreros y que, por efectos de la fuerte brisa del mediodía, pronto alcanzó los predios de un cultivo de palma aceitera que por momentos se volvió aterrador.
La quema se originó sobre las 2:00 de la tarde, y logró consumir aproximadamente 300 hectáreas del cultivo de palma y más de 1.000 hectáreas de vegetación nativa.
Los socorristas lograron controlar y liquidar las llamas luego de varias horas de lucha. Los efectivos de atención del riesgo, adelantaron una jornada de inspección para evitar que el fuego volviera a tomar fuerza.
Maní vive una temporada de emergencia ambiental por los incendios que se han presentado desde el inicio del Fenómeno del Niño, que según habitantes de la región han arrasado cerca de 4.000 hectáreas.
La capitán Fernanda Arévalo, comandante de los bomberos llamó la atención de la comunidad rural para que no inicien quemas controladas de conucos porque con las brisas se corre el riesgo de avivar el fuego que luego se vuelve incontrolable y deja grandes pérdidas ambientales y económicas.
Pie de foto:
Maní vive una temporada de emergencia ambiental por los incendios que se han presentado desde el inicio del Fenómeno del Niño, que han arrasado cerca de 4.000 hectáreas. Foto: Suministrada a Boyacá Sie7e Días.