Las veedurías y denuncias ciudadanas fortalecieron en gran medida el control y vigilancia fiscal de la Contraloría en cada uno de los municipios.
Juan Pablo Camargo, contralor de Boyacá para el periodo 2022-2025. Foto: Boyacá Sie7e Días
*Por: Yuliana Bohórquez
En el marco de la rendición de cuentas de la vigencia 2022–2025, la Contraloría General de Boyacá presentó un balance de su gestión, desde la estrategia ‘Control fiscal desde los territorios’. El contralor saliente, Juan Pablo Camargo y otros funcionarios, expusieron los principales resultados en su misión de ejercer control y vigilancia sobre los recursos públicos.
Camargo aseguró que uno de los principales logros del cuatrienio fue sacar el control fiscal de las oficinas de Tunja y llevarlo directamente a los municipios. “La primera gran línea fue llevar el control fiscal a la gente, que conocieran qué hace un contralor y su equipo. Esa pedagogía permitió generar confianza y participación ciudadana”, afirmó.
Informó que en el cuatrienio se recibieron más de 5.000 peticiones ciudadanas, producto de las cuales se emitieron fallos e informes con hallazgos de responsabilidad fiscal por más de $ 7.000 millones. Asimismo, se realizaron más de 400 auditorías a los 122 municipios del departamento, la Gobernación y entidades descentralizadas, con hallazgos fiscales que superan los $ 7.500 millones.
De acuerdo con el contralor, se profirieron 48 fallos de responsabilidad fiscal que suman más de $ 2.500 millones. “Con el rigor de un proceso de responsabilidad fiscal tuvimos que fallar en contra de exfuncionarios, exalcaldes, exgerentes y ellos tuvieron que venir durante el proceso a pagar, se llama la figura de cesación por pago. Entonces previo a que llegaran a un fallo con responsabilidad se recaudaron casi $ 800 millones”, explicó.
De igual manera, la recuperación efectiva de aproximadamente $ 2.950 millones que fueron reintegrados a las arcas públicas de distintas entidades del departamento. Entre los casos mencionados se encuentran devoluciones de recursos a municipios como Otanche, Sogamoso y Gámeza.
La rendición de cuentas también incluyó el seguimiento a obras e infraestructuras en diferentes municipios, como hospitales, vías y proyectos ambientales, entre ellos la planta de tratamiento de aguas residuales (Ptar) de Aquitania, considerada estratégica para el área de influencia del lago de Tota.
No obstante, desde la Contraloría se reconoció que una de las metas no alcanzadas fue el incremento del presupuesto institucional. “Esto depende de una reforma desde el Congreso, los presupuestos de las contralorías territoriales son muy reducidos, hoy tenemos dos fuentes de financiación que no logran apalancar todo el aparato que requiere un ente como este”, manifestó Camargo.
Finalmente, el contralor confirmó que el proceso de empalme con el funcionario entrante avanza de manera organizada, con la entrega de los sistemas de control actuales, participación ciudadana, los procesos de responsabilidad fiscal y cobros coactivos en curso. “Espero que el nuevo contralor continúe recorriendo el departamento y fortaleciendo este modelo que conecta a la ciudadanía con la defensa del erario público”, concluyó.
*Redactora de Boyacá Sie7e Días
