Expertos advierten que muchos signos de alerta pasan desapercibidos por desinformación y censura, y recuerdan que conocer esta zona del cuerpo puede prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.
*Por: Nury Vargas

Los pezones juegan un papel fundamental durante la lactancia. Foto: suministrada a Boyacá Sie7e Días
Algunos temas que cruzan la salud y la sexualidad siguen siendo relegados o abiertamente censurados, tanto en redes sociales como en espacios médicos y familiares. Entre ellos están los pezones, una zona que suele reducirse a lo anatómico, pese a que cumple funciones esenciales en la lactancia, la sexualidad y la detección temprana de enfermedades.
De acuerdo con Camilo Luna, puericultor y ginecólogo de Colsanitas, los pezones son parte integral de la glándula mamaria y cumplen dos funciones principales en el cuerpo femenino. Por un lado, la función nutricional, indispensable para la lactancia, y por otro, la sensorial, dada la alta concentración de terminaciones nerviosas en la zona.
“Durante la pubertad, bajo la influencia de las hormonas estrógenos y progesterona, los pezones crecen y se preparan para la lactancia y el placer sexual, liberando oxitocina tanto en la relación sexual como en la alimentación del bebé”, explica Luna.
El especialista aclara que si estos cambios aparecen antes de los diez años podría tratarse de pubertad precoz, una condición que requiere valoración médica para evitar impactos en el crecimiento y desarrollo.
La lactancia, además de fortalecer el vínculo materno y aportar beneficios nutricionales al bebé, puede presentar retos cuando los pezones tienen características particulares, como la inversión, que dificulta el agarre. En las primeras semanas también es común experimentar dolor o irritación por la succión, un proceso que suele mejorar con acompañamiento especializado.
Más allá de su papel en la maternidad, los pezones tienen relevancia en la sexualidad. Un estudio del National Institutes of Health (NIH) demostró que su estimulación activa regiones cerebrales similares a las que responden al clítoris o el cérvix, evidencia de su importancia en la experiencia sexual.
La doctora Marcela Sánchez, cirujana plástica y reconstructiva de Colsanitas, señala que los pezones también pueden revelar signos tempranos de problemas de salud. Cambios como descamación, alteraciones en la coloración, retracciones o secreciones anormales —incluida la presencia de sangre— deben motivar una consulta inmediata.
“Es fundamental que las personas conozcan su anatomía para identificar cualquier cambio y acudir a una evaluación oportuna”, enfatiza.
Pese a su evidente relevancia, los pezones continúan siendo objeto de censura y silencio. Promover su conversación desde la evidencia científica es clave para desmontar tabúes y permitir que más personas tomen decisiones informadas sobre su cuerpo.
Hablar abiertamente del tema contribuye al bienestar, la salud y la autoaceptación, y abre el camino hacia una educación más completa y respetuosa sobre sexualidad y cuidado personal.
*Redactora de Boyacá Sie7e Días