Los ‘paños de agua tibia’ con los que el Gobierno está atendiendo los malestares de la vía del Cusiana

Mientras desde Bogotá sigan viendo la vía del Cusiana como una alterna al llano, seguramente no habrá mayores inversiones.

Sector Chorro Blanco, en la transversal del Cusiana. Foto: archivo Boyacá Sie7e Días

El Instituto Nacional de Vías (Invías) adjudicó un contrato de 16.000 millones de pesos para el mantenimiento y reforzamiento de la transversal de Cusiana (Sogamoso-Aguazul), y explicó que lo hizo por ser una de las rutas alternas más importantes para asegurar la conexión entre los llanos orientales y el centro del país.

Desde el Gobierno nacional indicaron que este contrato permitirá intervenir y reforzar de inmediato los puntos críticos del corredor, mejorar la seguridad vial y facilitar el tránsito de carga y de pasajeros, mientras avanzan las soluciones estructurales para la vía Bogotá-Villavicencio, y puntualizaron que la vía del Cusiana es vital para mantener en movimiento la economía, el abastecimiento y la movilidad de miles de familias y transportadores.

“Nuestro compromiso es claro: no vamos a dejar incomunicado al llano ni a sus comunidades. Con hechos respondemos a la emergencia y aseguramos la conectividad del país. Mientras avanzamos en las obras estructurales de la vía al llano, reforzamos la vía del Cusiana para proteger la vida de quienes la usan y garantizar el abastecimiento y la movilidad”, dijo la ministra de Transporte, Mafe Rojas.

En el Ministerio de Transporte señalaron que la transversal del Cusiana presenta más del 70 % del corredor con amenaza muy alta de remoción en masa, producto de deslizamientos, socavación del río Cusiana, lluvias constantes y alta amenaza sísmica, lo que obliga a mantener la restricción vehicular de 28 toneladas como medida preventiva.

Pese a esto, el Gobierno destina tan solo 16.000 millones a la carretera que une a Caracas con Bogotá y que es fundamental para comunicar a Casanare y a Arauca con el centro del país.

La transversal del Cusiana requiere mucho más que ‘paños de agua tibia’ ante los retos que presenta este corredor, sobre todo por la inestabilidad geológica en gran parte del trazado.

Desde julio del año pasado esta vía presenta restricciones en el tráfico pesado, debido a fisuras encontradas en el tablero y vigas del puente Chorro Blanco, ubicado en el kilómetro 81 + 550 metros, en el municipio de Pajarito, en Boyacá.

“Los movimientos que hemos detectado son de rotación sobre las columnas que lo sostienen y de traslación, si me permiten la expresión, en la placa, y no toda la placa al unísono, o sea no toda la placa en el mismo sentido: parte de la placa se mueve hacia un lado y parte de la placa se mueve hacia el otro, que fue lo que rompió el viaducto de Los Grillos. Eso nos hace intuir, con el seguimiento que hemos realizado, que el puente probablemente, en el momento en que colapse por el movimiento de la tierra, va a caer sobre la montaña”, afirmó en su momento el entonces director general del Invías, Juan Carlos Montenegro Arjona.

El Instituto Nacional de Vías propuso a mediano plazo un corredor occidental nuevo por la parte superior de la montaña, de aproximadamente 18 kilómetros, que partiría del sector de Corinto (kilómetro 73), continuaría por el flanco occidental de la corona de los deslizamientos y conectaría nuevamente el corredor en el kilómetro 91, delante del municipio de Pajarito.

Sin embargo, no se conoce todavía un proyecto para construir ese trayecto que permita garantizar la seguridad a los usuarios de este corredor.

Dentro del portafolio de megaproyectos férreos, viales, fluviales y aeroportuarios que presentó la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para ejecutar en estos cuatro años (que concluyen en el 2026), Boyacá clasificó con dos.

Uno de estos es el de la conexión vial de Sogamoso-Aguazul-Maní-Puerto Gaitán, que acercaría a los departamentos de Casanare, Meta y Boyacá. Esta iniciativa se concibió durante el segundo Gobierno de Juan Manuel Santos, impulsada por el vicepresidente de ese momento, Germán Vargas Lleras.

Desde el Gobierno nacional se ha informado que, a un costo de 750.000 millones de pesos, la ruta tendrá una longitud de 240 km y beneficiará a los municipios de Sogamoso, El Crucero, Pajarito, Aguazul, Puerto Gaitán y Maní. Entre las obras se prevé la construcción de dos puentes, la rehabilitación de 174 km de calzada existente y el mejoramiento de otros 66 km.

Mientras tanto los usuarios de la transversal del Cusiana esperan una solución pronta que garantice, por ejemplo, el transporte de la cosecha de arroz.

“En los últimos cuatro años Invías ha invertido más de 134.000 millones en esta vía y con el nuevo contrato (de los 16.000 millones) la cifra asciende a cerca de 150.000 millones, reflejando el compromiso del Gobierno con la seguridad y la conectividad vial del país”, afirmaron en el Ministerio de Transporte.

“Lo más importante es proteger la vida y la dignidad de los transportadores. Por eso mantenemos la restricción en la vía y, al mismo tiempo, invertimos recursos para darle a la región soluciones que garanticen seguridad vial para los usuarios del corredor”, manifestó Jhon Jairo González Bernal, director general (e) del Invías.

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