La OCDE destaca que la IA «puede facilitar la automatización y la personalización de los procesos internos y los servicios públicos.

Con información de la Agencia EFE
El uso de la inteligencia artificial (IA) por parte de los Gobiernos «va a la zaga» del sector privado, lo que puede relegarles a ser «meros receptores» de tecnología en lugar de «creadores de opciones», advirtió un informe publicado por la OCDE, que animó a hacer de esta cuestión «una prioridad».
Los resultados del estudio ‘Gobernar con inteligencia artificial’, que investiga el uso de la IA en once funciones básicas de Gobierno, a través de 200 casos, fueron desvelados este jueves en París, durante un seminario presentado por el secretario general de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), Mathias Cormann, y al que asistieron ministros de varios Gobiernos, entre ellos la brasileña de Gestión e Innovación en los Servicios Públicos, Esther Dweck.
«Ignorar» la transformación de la IA o esperar a que se resuelvan «las incógnitas» que plantea puede conllevar «importantes costes y desventajas» para las administraciones, a las que les resultará difícil ponerse al día «si no refuerzan pronto sus capacidades internas en materia de IA», dice el informe.
Sus conclusiones revelan que la IA es más frecuente en las funciones de servicio público, justicia y participación ciudadana, con un uso menor en la evaluación de políticas, la administración tributaria y la reforma de la función pública.
Entre ambos extremos se encuentran la contratación pública, la gestión financiera, la lucha contra la corrupción, la promoción de la integridad pública y el diseño y la aplicación de la normativa.
La OCDE destaca que la IA «puede facilitar la automatización y la personalización de los procesos internos y los servicios públicos, fomentar una mejor toma de decisiones y mejorar la detección del fraude, la calidad del trabajo y el aprendizaje de los funcionarios públicos».
EFE