La presencia del cangrejo rojo americano en los cuerpos de agua de Boyacá preocupa a las autoridades ambientales por su rápida expansión.

La langostilla roja, originaria de Norteamérica, altera los ecosistemas al depredar especies nativas y afectar la vegetación y el recurso hídrico de Boyacá. Foto: Prensa Corpoboyacá
*Por: Nury Vargas
La tranquilidad de los cuerpos de agua en Boyacá está en riesgo. Corpoboyacá confirmó la presencia de la langostilla roja (Procambarus clarkii), una especie invasora que se está expandiendo rápidamente y que podría alterar de forma drástica el equilibrio ecológico de la región.
Este pequeño crustáceo, conocido como cangrejo rojo americano, es originario del sureste de Estados Unidos y del norte de México, pero ha encontrado en las fuentes hídricas boyacenses un terreno ideal para reproducirse.
Su capacidad de adaptación es alarmante: pueden desplazarse por tierra, sobrevivir en aguas de baja calidad e incluso en ambientes contaminados. Su dieta omnívora lo convierte en un depredador que compite ventajosamente con las especies nativas.
Tatiana Baker, del equipo de especies invasoras de Corpoboyacá, advierte sobre la magnitud del problema: “Sus impactos incluyen depredación de vegetación acuática, macroinvertebrados, huevos de peces y anfibios, alteración del hábitat por excavación de galerías,
que generan erosión, remoción de sedimentos y aumento en la turbidez del recurso hídrico, afectación a cultivos acuáticos y sistemas de riego y competencia con especies endémicas, algunas de ellas en riesgo de extinción”.

El cangrejo rojo americano en los cuerpos de agua de Boyacá preocupa a las autoridades ambientales por su rápida expansión. Foto: Prensa Corpoboyacá
El organismo ambiental ha iniciado un plan de acción preventivo y de contención. “Corpoboyacá ha identificado la presencia de esta especie en varios cuerpos de agua dentro de su jurisdicción y ha puesto en marcha un plan de acción preventivo y de contención, e invita a la ciudadanía a reportar cualquier avistamiento de langostilla roja en cuerpos de agua de la región, evitando su manipulación directa y notificando de inmediato”, explicó Baker.
Las medidas incluyen monitoreo constante de los cuerpos de agua, campañas de extracción con trampas cebadas, educación ambiental para prevenir su liberación intencional o accidental y trabajo conjunto institucional y autoridades para diseñar estrategias de control biológico y tecnológico.
El llamado de Corpoboyacá es urgente: evitar la propagación de la langostilla roja es clave para proteger la biodiversidad local, los sistemas de riego, los cultivos acuáticos y la seguridad alimentaria de las comunidades que dependen de estos ecosistemas.
*Redactora de Boyacá Sie7e Días