A nuestros mineros y mineras del carbón hoy les reconocemos su pujanza, disciplina y lealtad #Columnista7días

Hoy 7 de agosto conmemoramos la Batalla de Boyacá de 1819 recordando esta fecha como un momento trascendental de la gesta independentista de Colombia, la cual tuvo lugar en el puente sobre el río Teatinos, cerca de la ciudad de Tunja, y que resultó en una victoria decisiva para los patriotas, fue así que en nuestra tierra se allanó el camino para la liberación de otros territorios en la región.

Doscientos seis años después en la misma tierra libertadora y sin desfiles memorables, más bien estacionados en las vías y esperando respuestas del Gobierno nacional, exaltamos la valentía de unos héroes distintos, pero héroes, al fin y al cabo, que nos llenan de inmenso orgullo, esos que también libran batallas dignas bajo tierra, son orgullosos hombres y mujeres que cuando entran al socavón bien sea de mañana, noche o madrugada y se encomiendan a Dios y a la Virgen, se convierten en nuestros Titanes del carbón.

Son ellos los mineros, quienes a pesar de estar tiznados y cansados y muchas veces sin importar las inclemencias del tiempo, siguen entregando toda su fuerza de trabajo para extraer el mineral que se convierte en la materia prima que les abre campo a las tecnologías, la medicina, la agricultura, la innovación, entre otros, haciendo posibles lugares cada vez más dignos para vivir.

A nuestros mineros y mineras del carbón hoy les reconocemos su pujanza, disciplina y lealtad, gracias por llevar de amuleto sus valores, sus principios y un compromiso inquebrantable con Colombia.

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