Con el alma en las manos: la historia de Linda Cepeda, la fisioterapeuta que le dio vida a su propósito

En Sogamoso, una mujer innova con la fisioterapia, entre agujas, hielo y sueros que sanan más allá del cuerpo. Allí donde hay esperanza y cada paciente halla algo más que alivio, encuentra a Linda.

Linda Cepeda, fisioterapeuta especializada en neurorrehabilitación; atiende en su consultorio adaptado en casa, en Sogamoso. Foto: Tuty Vargas/Boyacá Sie7e Días

*Por: Nury Vargas

En una casa en Sogamoso, donde el sonido de un golpe suave en la puerta es más frecuente que el de un consultorio convencional, una mujer recibe con una sonrisa cálida y manos decididas a quienes llegan buscando alivio. Su nombre es Linda Carolina Cepeda, y detrás de su bata blanca no solo hay una fisioterapeuta con ocho años de experiencia, hay una mujer que convirtió cada obstáculo en una razón más para sanar a otros.

Nació en Yopal (Casanare), pero fue en Sogamoso donde echó raíces. Egresada en el 2017 de la Universidad de Boyacá como fisioterapeuta, comenzó su vida laboral en el Instituto para la Recreación y el Deporte de Casanare (Indercas). “Trabajé con todo lo de la parte deportiva del 2018 al 2021, hasta que quedé embarazada”, recuerda. Lo que vino después no estaba en ningún manual.

Su embarazo fue de alto riesgo y en diciembre del 2021 volvió a Sogamoso, dejando atrás el trajín del deporte competitivo. En febrero del 2022 nació Antonella, su hija, y con ella también nació una nueva versión de Linda: madre cabeza de hogar, más consciente de su tiempo y más decidida que nunca.

Durante ese primer año se dedicó exclusivamente a ser mamá. Pero en el 2023 le ofrecieron un contrato en el Instituto de Recreación y Deporte de Sogamoso. Fueron seis meses en los que retomó su vocación, esta vez con otra mirada: la de quien ya no trabaja solo por pasión, sino también por una hija que le recuerda cada día por qué debe seguir.

“Como ya tenía todo, porque tuve que comprar mis cosas para poder trabajar, entonces yo dije: me voy a independizar”, cuenta. Y no lo hizo a ciegas.

Comenzó a capacitarse: hizo cursos en sueroterapia, terapia neural, plasma rico en plaquetas, electropunción… y decidió que no quería ser “una fisio convencional de esas que solo ponen frío y calor”.

Ahí nació su proyecto personal: un consultorio en casa, acondicionado con el alma y con técnicas que pocos en la ciudad conocen o practican.

Más allá del dolor

Lo que diferencia a Linda no es solo el conocimiento técnico. Es su forma de ver al paciente: como un todo. “Primero tienes que venir para hacer una valoración, Yo veo si es algo neurológico, muscular, articular… y ahí se establece el protocolo”, explica. Sus tratamientos, siempre personalizados, no se limitan a apagar el dolor: buscan su raíz.

Terapia con ventosas, técnica utilizada por Linda para liberar tensiones profundas, mejorar la circulación y desintoxicar el cuerpo de forma natural. Agosto 6 del 2025. Foto: suministrada a Boyacá Sie7e Días

Porque Linda eligió especializarse en neurorrehabilitación no por azar, sino porque cree en el poder del sistema nervioso para transformar la vida. “Todo en tu cuerpo se mueve por el sistema nervioso. Todos los casos son tratables”, afirma.

Desde hernias, ciática y túnel del carpo hasta accidentes cerebrovasculares, lesiones deportivas o condiciones oncológicas, su enfoque integral incluye sueroterapia, plasma, terapia neural, ventosas y técnicas combinadas. “No me enfoco en una sola terapia”, repite con convicción.

Vidas tocadas por sus manos… y su corazón

Algunos de los logros más gratificantes de su carrera no están colgados en la pared, sino en las historias de quienes ha atendido. Como aquella joven de taekwondo que llegó sin esperanzas por una lesión en su rodilla y terminó compitiendo tras un tratamiento con plaquetas, o la runner que volvió a correr después de tres sesiones con electropunción y neural.

Con sueroterapia y plasma rico en plaquetas, Linda fusiona lo natural con lo avanzado para regenerar tejidos y aliviar el dolor. Foto: suministrada a Boyacá Sie7e Días

También recuerda el caso de una mujer con media cara paralizada desde hace 15 años, que mejoró su calidad de vida con sueroterapia a base de cannabis, o el futbolista con una fractura por estrés que ahora juega en la Primera C. Y quizás el más emotivo: una niña que sufrió un accidente cerebrovascular y hoy, gracias a una terapia constante, “tu la vez y no crees que haya tenido un ACV”.

Una mamá que no renuncia a sus sueños

Linda trabaja de lunes a sábado, a veces hasta las 8:00 de la noche. Cada paciente tiene una hora solo para él. Y si la urgencia lo amerita, también atiende los domingos. Todo desde su casa, donde adaptó el consultorio con su toque, con su energía, con el amor que imprime en cada sesión.

“No ha sido fácil, Cuando quise iniciar esto no pensé que fuera posible, pero siempre he creído en Dios”, dice con la convicción que su hija Antonella, de tres años y medio, le da, siendo su motor, su fuerza, su norte.

Empezó atendiendo un paciente. Hoy atiende seis o hasta más personas en el día. Todo ha sido por voz a voz, por el resultado, por el trato, por esa mezcla rara de ciencia y humanidad que ofrece a quienes tocan su puerta.

Sueña con hacer crecer su emprendimiento para contratar a alguien que la apoye. No para trabajar menos, sino para estar más con su hija, Porque linda no cura solo con técnicas avanzadas, lo hace con empatía. Y eso no se aprende en ninguna universidad.

Instagram @fisio_neurologica, WhatsApp 3102384893.

*Redactora de Boyacá Sie7e Días

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