La Fiscalía capturó a integrantes de una red señalada de sacrificar de manera clandestina reses, caballos y asnos para comercializar su carne
Un nuevo escándalo sacude a Chiquinquirá y a parte de Boyacá y Cundinamarca: la Fiscalía General de la Nación identificó a una red delictiva señalada de sacrificar reses, caballos y asnos para vender la carne en municipios de estos dos departamentos y a proveedores de programas públicos como el Plan de Alimentación Escolar (PAE), de cárceles y otras instituciones públicas; además de plazas de mercado y establecimientos de comercio.
“La estructura delincuencial, al parecer, disponía de animales enfermos y en malas condiciones, sin contar con los permisos de ley y en medio de condiciones precarias de salubridad. Esto generaba afectaciones al suelo y a las fuentes hídricas por el vertimiento de residuos de esta actividad”, indicó la Fiscalía.
Entre los capturados están: Cristian Mauricio Martínez Gaviria, Óscar Armando Valbuena Sánchez y Saúl Humberto Pinilla García, quienes serían los administradores de cuatro bodegas de beneficio animal clandestinas. El juez de control de garantías les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario.
También fueron capturados John Anderson Pineda Ortegón, quien sería trabajador de una de las bodegas; Gildardo Antonio Isaza Herrera, señalado intermediario; Yuber Molina Roberto, Luis Alfonso Pecue Machado y Soledad Quintero Lozano, empresarios y compradores. Ellos recibieron medida privativa de la libertad domiciliaria.
Los elementos materiales probatorios indican, según el ente investigador, que la carne obtenida sería embalada y trasladada sin mantener la cadena de frío y de conservación a bodegas de Cota (Cundinamarca) y Bogotá. Desde allí, a través de un intermediario, presuntamente era vendida y distribuida a proveedores del Plan de Alimentación Escolar (PAE), centros carcelarios, plazas de mercado y establecimientos de comercio.
“Extrañamente este es un problema que se normalizó en esta vereda desde hace muchos años y lo que se sabe es que esa carne se utiliza para enviarla a Bogotá, para la producción de embutidos, especialmente de salchichón”, señaló el alcalde de Chiquinquirá Jefferson Caro Casas.
El mandatario aseguró que la investigación en la que incluso se utilizaron drones y el operativo los adelantaron uniformados y efectivos desde Bogotá y que los capturados fueron llevados para el municipio de Buenavista, porque Chiquinquirá está hacinado y que al parecer en esa localidad los presentaron ante un juez, pero que allí permanecen algunos a la espera de que haya espacio en la cárcel de Chiquinquirá, porque de lo contrario serán trasladados a Bogotá.
“La verdad, a nosotros no nos han tenido en cuenta para nada en este caso, pero me parecería terrible de ser cierto el señalamiento de que estaban distribuyendo la carne en restaurantes escolares y desde luego que pediremos detalles de la investigación”, añadió el alcalde de Chiquinquirá.
Los operativos fueron adelantados de manera conjunta entre la Fiscalía y la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional logrando la captura de los presuntos integrantes de esta red, y seguidamente un fiscal de la Dirección Especializada contra los Delitos contra los Recursos Naturales y el Medio Ambiente los presentó ante un juez de control de garantías.
El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) participó en las diligencias realizadas y constató que el producto ofrecido por esta estructura no era apto para el consumo humano.
El hallazgo se dio en medio de una investigación que se sigue por la contaminación ambiental y el daño a los recursos naturales con el funcionamiento de un matadero clandestino en la vereda Sasa, en el municipio de Chiquinquirá, dejando ocho ‘carrangueros’ como se les conoce a las personas que se dedican a este oficio, capturados y que tendrán que responder por los delitos de concierto para delinquir, maltrato animal, contaminación ambiental, y corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico.