
Muchos salieron a despellejar a los Pimentel tan pronto se enteraron de que el Chicó había demandado el mismo lunes en la noche ante la Dimayor al Independiente Medellín, por no haberse presentado en la cancha del Estadio La Independencia.
Pues ayer el dueño del equipo ajedrezado y su hijo Nicolás (derecha en la foto) fueron sometidos al linchamiento en medios de comunicación y redes sociales tras conocerse que la Dimayor le había quitado los puntos al Medellín y se los había entregado al equipo boyacense con un marcador de 3×0. Incluso el presidente del Medellín, Juan Camilo Restrepo (primero en la foto), se fue lanza en ristre contra el Chicó.
También anoche, luego de que el rojo de la montaña igualara la serie 3×0, y en la tanda de penales se quedara con el cupo a semifinales en la Copa BetPlay, la frase ‘justicia divina’ fue tendencia, porque casi todo el mundo cree que a través de una ‘jugada rastrera’ el equipo de Boyacá le ganó en el escritorio al de la capital antioqueña, lo que no pudo hacer en la cancha de La Independencia el martes pasado, cuando finalmente se jugó el partido de ida que quedó 1×4 a favor de los paisas.
“Medellín tuvo que hacerle 10 goles al Chicó, para que la Dimayor lo dejara pasar a la semifinal de la Copa BetPlay. Le metió 1×4 en Tunja, 3×0 en El Atanasio y 3×0 desde los doce pasos, ante sanción horas antes del juego de vuelta por los cuartos”, escribió el periodista paisa Jaime Herrera finalizado el partido de anoche.
Pues la verdad es que las mayorías se han solidarizado con el Medellín por considerar absurdo que le dieran los puntos al Chicó, pero sin saber qué fue lo que pasó realmente.
El mismo Nicolás Pimentel explica lo que ocurrió y cómo su sustentación logró convencer a la autoridad con pruebas irrefutables.
Muchos vieron con muy malos ojos que castigaran al Medellín, por no haber podido pasar en la tarde del lunes en el bloqueo que un grupo de campesinos instaló el esa misma mañana en inmediaciones de la glorieta del cementerio de Paipa, sin saber que la culpa realmente fue de los mismos paisas, porque que según el reglamento tendrían que haber llegado un día antes, es decir desde el domingo a Tunja, la ciudad en la que jugaban a las 7:00 de la noche del lunes.
“Ellos sí aterrizaron en Paipa, pero en vez de irse a Tunja, la ciudad en la que iban a jugar al día siguiente, prefirieron quedarse en Paipa, supuestamente porque no había hoteles en la capital boyacense, lo cual es falso como lo logré demostrar con cotizaciones que pedí, en las que me confirmaron que sí había cupo en hoteles el domingo pasado”, dijo Pimentel y añadió que incluso el equipo Patriotas tiene una sede casi que cinco estrellas, en la que varios equipos se han hospedado cuando vienen a jugar a Tunja.
Y para completar, asegura Nicolás Pimentel, el presidente del equipo, que cuando se dieron cuenta que no los dejaban pasar, decidieron irse por vías rurales y que llegaron hasta un punto en el que el bus no pudo seguir, pero que nunca informaron al Chicó lo que estaba ocurriendo, y que incluso el equipo local alcanzó a presentarse en la cancha, al igual que la terna arbitral.
Además, asegura el joven que no es cierto que el aplazamiento del partido se hubiera acordado entre los dos equipos, sino que fue la División Mayor del Fútbol Colombiano , la que les informó que el compromiso se jugaba al día siguiente.
“Y a pesar de todo esto nos culpan a nosotros, los malos de la película somos nosotros”, dijo el directivo del equipo que anoche finalmente quedó eliminado de la competencia.
Lo cierto es, independientemente del marcador de anoche, 3×0 desde el punto penal a favor del equipo Medellín, Pimentel tenía toda la razón en su reclamación y la Dimayor no se confabuló para sacar al equipo paisa de la semifinal.