Los dos féretros de padre e hija, que fueron asesinados por su hijo y hermano, permanecen desde anoche en la sala uno de la Funeraria San Ignacio de Guateque, su tierra natal.

Esta tarde, a partir de las 3:00, en lo que será uno de los sepelios más recordados en la historia de la tierra de Enrique Olaya Herrera, le darán el último adiós al mayor del Ejército Fabián Humberto Bueno Carranza, de 42 años y a la pequeña Mariana, su hija de siete años.
La conmoción y el asombro es total por las características del asesinato y las características de la sevicia con la que fue perpetrado por un joven de 14 años quien primero se ensañó con Fabián Humberto, su padre mientras este dormía y luego con Mariana, su hermanita. Después de consumar su demencial cometido, esperó hasta que llegó del trabajo Katherine Torres, su madre y también decidió atacarla con el mismo cuchillo, causándole varias heridas, mientras esta alcanzó a alertar a los vigilantes y vecinos del conjunto ubicado en la localidad de Suba, en el noroccidente de Bogotá.
Precisamente por las particularidades del hecho, que se registró a la medianoche del lunes pasado, solo hasta este jueves fueron entregados sus cuerpos, que tras homenajes militares en el Cantón Norte del Bogotá al mayor Bueno, partieron con rumbo a su natal Guateque, a donde arribaron cerca de las 8:00 de la noche tras ser recibidos en el camino por una nutrida caravana de amigos, familiares y paisanos, que además los cortejaron con una calle de honor en el municipio con bombas, banderas y llanto, mucho llanto.
Precisamente la señora madre del oficial: Ana Aliria Carranza Carranza; su esposa, Catherine Torres, quien aún no se sabe si podrá asistir al sepelio de su esposo e hija, pues está hospitalizada en Bogotá; sus hermanos: Andrés Mauricio, Leidy Johana y Ana Alexandra, sus tíos primos sobrinos y demás familiares, están invitando a todos sus amigos y relacionados a las honras fúnebres que tendrán lugar a partir de las 3:00 de esta tarde en la parroquia San José de Guateque, con posterior traslado al cementerio local.