La cultura está de luto en Boyacá. Esta tarde a partir de las 2:30 se realizará el funeral del padre del Festival Internacional de la Cultura, Gustavo Mateus Cortés, en la catedral de Tunja con posterior traslado al cementerio Jardines de la Asunción.
El domingo, su velación se dio en la Funeraria San Francisco y desde la tarde de ayer permanece en cámara ardiente en el salón de la Constitución en la Gobernación de Boyacá, hasta donde están llegando diferentes autoridades, amigos, allegados y familiares: esta mañana por ejemplo el gobernador Ramiro Barragán estuvo con su gabinete en pleno, despidiendo a quien durante muchos años estuviera relacionado con el gobierno departamental.
El maestro Gustavo como era conocido, estaba casado con la señora Hortensia García con quien tuvieron tres hijos: Luis Carlos, Constanza y María del Pilar, al igual que una nieta, los mismos que están agradeciendo por las manifestaciones de condolencia e invitan a lo que serán sus honras fúnebres.
Había nacido hace 84 años en Tunja y se graduó como bachiller en el Colegio de Boyacá; no asistió a la universidad, pero siempre se consideró un buen autodidacta, por eso emprendió lo que él llamaba, “una pasión por descubrir formas”.
De su padre heredó una cámara Leicon con la que hizo sus primeras fotografías y que en adelante fueron una de sus pasiones llegando a inmortalizar famosas imágenes que le han dado y le seguirán dando la vuelta al mundo, al tiempo que nacía un gusto especial por las letras.
Realmente tuvo una colección completa de cámaras, siempre las mejores, y en su mayoría adquiridas en esos viajes que hizo por el mundo, viajes en los que conoció a muchas personalidades, artistas y figuras con las que se codeaba a la distancia o en vivo y en directo en los eventos a los que lo invitaban, en los que siempre lo querían tener en primera fila.
Temprano se dio cuenta de que además de tener el ojo para las imágenes, poseía una habilidad para inmortalizar momentos a través de la palabra y la perfeccionó de una manera asombrosa, gracias a la lectura y la cultura general que poseía.
Se inició en el periodismo al ingresar al periódico Barricada que se repartía por las calles de Tunja. Luego, en 1965 fue corresponsal del diario El Espectador en donde permaneció hasta dos años antes de ingresar a El Tiempo. Épocas gratas que le valieron varios reconocimientos.
Gustavo Mateus Cortés fue redactor de lo que en su momento se llamó Diario Boyacá, director ejecutivo de Coldeportes, director del Instituto de Cultura y Bellas Artes de Boyacá, gerente del Instituto de Desarrollo de Boyacá, gerente del Fondo Mixto de Cultura y director del Museo de Arte Colonial de Tunja.
En 1973, cuando se desempeñaba como jefe de Relaciones Públicas de la Industria Licorera de Boyacá, a donde ingresó en 1969, dio el paso para materializar una idea a la que le llegó su tiempo: “Me di cuenta que Tunja necesitaba un espacio cultural, así que empecé a trabajar con las embajadas y fundé el FIC”, dijo en lo que fue su última entrevista a Boyacá Sie7e Días.
Y él mismo la bautizó Semana Internacional de la Cultura, evento al cual año tras año se fue uniendo más gente para fortalecer la idea. Luego de cinco años, el evento tomo fuerza por lo que pasó de hacerse en una semana a durar 15 días y lo bautizó Festival Internacional de la Cultura que dirigió por 19 años.
Uno de sus mejores amigos era el presidente de la Academia Boyacense de Historia, Javier Ocampo López, quien lo acompañó en la realización de ese sueño. También fue muy cercano a altos dignatarios, artistas, empresarios, embajadores y ministros, entre ellos el hoy responsable de la Cultura, Jorge Ignacio Zorro Sánchez, con quien por allá en los 80 fundaron la Escuela Superior de Música de Tunja.
“Recuerdo que una vez todos los músicos de Tunja hicieron un paro, poniendo en riesgo el Festival, y a Gustavo se le ocurrió que formaría músicos en dos meses, le dije que eso era difícil, pero incluso hasta yo aprendí a tocar clarinete en 60 días gracias a él”, rememoró Javier Ocampo en el 2019 a propósito de un homenaje que le hicieron diferentes academias del mundo al boyacense, por sus 80 años de vida.
Gustavo Mateus era una persona muy culta, dice el presidente de la Academia, y eso le permitió tener muy buenas relaciones públicas con altas esferas de la cultura y de la política. Por él, Tunja se dio el privilegio de tener en escena a la Orquesta de Cámara de Leipzig de Alemania, la Orquesta Sinfónica de Bostón, agrupaciones de Rusia, China, México, Europa y muchos más países, en un mismo momento.
Fue un destacado historiador, así como cronista, escritor y humanista administrador y cultor muy prolífico, -dice Javier Ocampo-, “mientras se desarrollaba un Festival, ya estaba asegurada la nómina de artistas que vendrían al año siguiente. Alegre, entusiasta, estudioso, de mente lúcida, siempre con una idea sorprendente, así era Gustavo Mateus Cortés”, recalcó.
Fue un reposado y juicioso investigador, miembro de la Academia Boyacense de Historia, un enamorado de la fotografía, la arquitectura colonial y la heráldica, esta última como creador de diferentes escudos como por ejemplo el del departamento de Boyacá.
Así es. El actual escudo oficial de Boyacá, corresponde a diseño y descripción heráldica del tunjano y Miembro de Número de la Academia Boyacense de Historia, Gustavo Mateus Cortés, presentado a consideración de la honorable Asamblea Departamental por el gobernador de Boyacá, Alvaro González Santana, y convertido en Ley Departamental, en virtud de la ordenanza número 53 de diciembre 5 de 1986 por la cual se estableció y adoptó como el escudo de Boyacá.
Pero además, lideró la recuperación y remodelación de la casa Juan de Vargas, convertida en uno de los museos más visitados por los amantes de la historia y la cultura.
En su rol como escritor dejó varios textos, varios libros, todos con una edición impecable en la que el texto se complementa perfectamente con imágenes únicas, en su mayoría tomadas por él mismo, o de su archivo personal, un tesoro que durante décadas fue codiciado por los más destacados escritores.
Entre sus escritos se destacan: ‘Tunja: el arte siglos XVI – XVII – XVIII’, ‘Nuevas apuntes para la historia del patrimonio artístico de Tunja’, ‘Bolívar en la Provincia de Tunja: cronología documentada’, ‘Campaña Libertadora de 1819’, ‘Eduardo Santos: aproximación genealógica y entorno afectivo’, ‘Historia monumental y heroica’, entre otros.