Alerta Naranja – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez

No es necesario ir a Jalisco para sentir “Terronera” en todos los ámbitos, y es a consecuencia de los llamados, ataques, anuncios, resultados y reacciones de expertos, soberbios o agresivos, trinadores u opinadores, jugadores o aficionados y ciertos sectores o personas, que se han dedicado a explotar y dejar traslucir sus sentimientos hasta llegar a bajezas, mentiras, divergir y estallar en átomos para ir construyendo unas narrativas que nos van llevando a niveles de erupción, estallar y desperdigar.

Van pasando las horas y nos intranquilizan los anuncios de fumarolas, movimientos, actividades sismológicas en el imponente Nevado del Ruiz y que por especialistas, con un manejo ponderado y equilibrado, han venido previniendo a los vecinos de unos 10 municipios por eventuales consecuencias, en la que sería el cuarto estallido, y lo que se busca es tener medidas de protección para las potenciales consecuencias, en vidas humanas, y no tener que lamentar por descuidarnos, por ello es urgente que se acojan las medidas de evacuar y no esperar las avalanchas.

De otro lado están los ataques indiscriminados por una noticia escueta y completa, pero que es el parapeto que justifican para desahogarse, sin recato en sus palabrotas, calificativos y hasta señalamientos infundados, que al congraciarse con sus “seguidores”, van generando unas reacciones de novela, de preocupación y hasta de salir a buscar otros escenarios o tener que quedarse callado.

Y llegan los días de mayor trascendencia de los rituales de Semana Santa y también aparecen los recuerdos que nos han dejado en la mente e historia y revivimos los temores por una última cena, pecados, pasión y muerte … y con el fervoroso deseo de una resurrección, para seguir protegidos y ungidos de fe. Pero es que en nuestras creencias valen las acciones, no los viacrucis indefinidos.

No podemos dejar de lado que hasta por resultados deportivos, con excepciones de estimulantes y ejemplarizantes medallas en deportes algo olvidados como la gimnasia, siendo la base de todos, nos renovamos, alimentamos y volvemos a sentir emociones para que la práctica de actividades físicas, con objetivos precisos, se retomen y no tengamos que emitir alertas para que los niños, jóvenes y todos volvamos por salud. Pero también como arraigo de principios sobre triunfar y saber ganar.

Salpicarán las noticias sobre un tal Trump o una tal Merlano, que para nada son ejemplos a seguir, pero que se convierten en focos o estrellas en las que muchos buscan una justificación para la degradación de los nobles ideales de convivencia, para llegar a la frontera de lo absurdo, ¿o no es eso al utilizar inocentes niños para fotografías desafiantes a la institucionalidad y la desvergüenza?

Por posturas y posiciones nos califican por las caras, por los gestos, por tener líneas definidas… porque recibimos voces de apoyo o porque mejor no reconocer; un logro que es de todos, pero así es como las alertas funcionan, eso sí puntualizar que no acallarán la sensatez con colores, cambiando un pájaro azul por un perro amarillo, por descalificaciones sin estar posesionados o dejando que una alerta se vaya convirtiendo en peligro inminente, por buscar a la fuerza un protagonismo que sabe a cacho, que deja temas prioritarios sin rumbos, que por estos días nos llaman a hablar, concertar y no negociar por lo particular, o dejar que se impongan fuerzas extrañas.

Que suenen toda clase de alarmas, y sus sinónimos, porque nos toca es procurar ser más precavidos.

*Por: Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez.  @ricardocipago

-Publicidad-