Así se implantó en Bucaramanga el corazón artificial N°30

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El crecimiento de Carlos Reyes García no era normal. Aunque su estatura -que ya alcanza 1.91- resultó mayor al promedio en un colombiano (1.72), no vieron en su momento alguna señal de que algo raro estuviera pasando. No fue sino hasta el año 2019 cuando Carlos, a sus entonces 30 años, comenzó a presentar una sudoración excesiva, insomnio y taquicardias (aumento de la frecuencia cardíaca por cualquier motivo) que lo llevaron a visitar un médico.

Paciente acompañado de un familiar, después de la implantación
Paciente acompañado de un familiar, después de la implantación

Tras varios exámenes, el diagnóstico arrojado fue acromegalia, un trastorno hormonal que se padece cuando la glándula pituitaria (ubicada en la base del cerebro) produce gran cantidad de hormona de crecimiento durante la edad adulta y provoca un gigantismo en los huesos, manos, pies, cara, e incluso, en otras partes del cuerpo. Pero el problema no se detuvo allí.

Pese a que Carlos estuvo un tiempo con tratamiento para su condición, algunos síntomas empeoraron y fue necesario realizar nuevos chequeos médicos. Una vez más, los resultados no fueron nada alentadores. El paciente, de ahora 34 años, presentaba también una miocardiopatía dilatada, grave falla cardíaca que vuelve el músculo cardíaco débil, y le daba poco tiempo de vida si no se atendía lo más pronto posible. En ese momento, fue remitido al Instituto Cardiovascular del HIC para encontrar soluciones.

El Dr. Leonardo Salazar Rojas, director del programa de Ecmo y corazón artificial del HIC, y quien lo acompaña en su proceso, explica que, aunque no se ha podido comprobar si su falla cardíaca es consecuencia de la acromegalia, “sí era vital trasplantarle un corazón debido al grave estado en el que se encontraba”.

Pero faltaba un detalle: por la condición física de Carlos, era imposible encontrar un donante con un corazón del tamaño requerido por él. Fue allí cuando se decidió que la solución definitiva consistía en implantarle uno artificial.

“Para encontrar un donante como el que Carlos requería, era necesario que esa persona pesara, por lo menos, 110 Kg y midiera más de 1.85. En Colombia personas así hay muy pocas, era muy difícil encontrar un donante con estas características”, precisa Salazar Rojas.

No hubo espera. El procedimiento se realizó y no solo le salvó la vida, también convirtió a Carlos en el paciente N°30 que recibe un implante de corazón artificial en el Instituto Cardiovascular del HIC. “La cirugía me la realizaron el 2 de marzo y desde ese momento mi evolución ha sido positiva; ya puedo caminar, hablar y me siento cada vez mejor”, expresa Reyes García.

Para él, convertirse en este particular paciente lo llena de orgullo y no duda en manifestar su agradecimiento. “Esto es para mí una segunda oportunidad y solo tengo gratitud para todos los que me acompañaron en este proceso: mi familia, los médicos, el grupo de auxiliares… todos serán bendecidos por Dios”.

Hoy, Carlos continúa con su recuperación y está a pocos días de volver a casa. Por ahora, está aprendiendo a conocer su nuevo corazón, a manejar las fuentes de energía, sus cuidados y el proceso adecuado para recuperar su peso, fuerza y demás habilidades que fue perdiendo a causa de su enfermedad.

El Instituto Cardiovascular del HIC, referente suramericano en implantes de corazón artificial

El primer dispositivo HeartMate III que se implantó en Suramérica y en el Instituto Cardiovascular del HIC lo recibió en abril del 2014 Cielo González, una mujer de 56 años de edad, quien entonces padecía una falla cardíaca terminal. A partir de este momento, el ICV del HIC se convirtió en la institución pionera en implante de corazón artificial y hoy celebra el procedimiento N°30 que ha regalado a esta misma cantidad de personas una segunda oportunidad en sus vidas.

El Dr. Leonardo Salazar Rojas, director del programa de corazón artificial del HIC, explica que “somos el centro más grande de implante de corazón artificial que existe en Suramérica y el único que está reconocido como un centro de excelencia por la Joint Comission international (JCI). Esto nos ha permitido crecer en equipo, entrenar gente, y sobre todo tener el privilegio de atender a estos pacientes, de acompañarlos y de ayudarlos”.

En Colombia, cerca de 100 personas al año esperan por un trasplante de corazón. Sin embargo, por la urgencia de sus casos, un 10% de esta cifra son potenciales candidatos a recibir el implante de uno artificial.

Carlos Reyes, paciente de la FCV N º30 en recibir un corazón artificial (HeartMate III)
Carlos Reyes, paciente de la FCV N º30 en recibir un corazón artificial (HeartMate III)

Este tiene el objetivo de mejorar la función circulatoria y asegurar el aporte de sangre y oxígeno al resto de los órganos vitales del cuerpo. El Dr. Salazar explica que el dispositivo va conectado a la aorta (arteria más grande e importante del cuerpo) y puede bombear hasta 10 litros de sangre por minuto.

Según manifiesta el director del programa de corazón artificial, en los últimos meses se han implantado cuatro dispositivos HeartMate III y se estima que, por año, se pueden realizar hasta nueve intervenciones de este tipo.

Datos curiosos sobre el corazón artificial

Una persona con este implante no presenta pulso.

Sus latidos no se escuchan como los de un corazón normal, sino realiza un sonido similar al de una turbina.

Una persona con un corazón artificial debe llevar a todas partes una caja digital que monitorea sus latidos y el estado de su dispositivo implantado. Cada noche, el paciente debe conectar su HeartMate III a una fuente de energía para mantener su corazón en funcionamiento.

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