Cerca de 30.000 armas con las que se cometieron diferentes delitos fueron convertidas en acero para construir casas en Boyacá

Desde el 2018 Gerdau Diaco ha destruido más de 192.000 armas, las cuales ha convertido en acero con los más altos estándares de calidad.

Al mediodía de este jueves en la siderúrgica de Tuta se adelantó el proceso de destrucción de 28.991 armas de fuego incautadas por las Fuerzas militares en diferentes partes del país. Fotos: Camilo Barón/Boyacá Sie7e Días
Al mediodía de este jueves en la siderúrgica de Tuta se adelantó el proceso de destrucción de 28.991 armas de fuego incautadas por las Fuerzas militares en diferentes partes del país. Fotos: Camilo Barón/Boyacá Sie7e Días

En la planta siderúrgica de Gerdau Diaco Tuta fueron fundidas este jueves 28.991 armas de corto y largo alcance, incautadas en todo el país especialmente a bandas delincuenciales por parte de las Fuerzas Militares.

Pistolas, revólveres, fusiles, carabinas, ametralladoras, subametralladoras, morteros y lanzacohetes, entre otras armas de fuego, fueron fundidas en un proceso que se adelantó precisamente en la planta de Gerdau Diaco, una de las empresas líder en la producción de acero y la mayor recicladora de chatarra ferrosa en Colombia.

En total fueron unas 30 toneladas de armamento que resultaron convertidas, luego del proceso a 1.630 grados de temperatura y durante 50 minutos, en un poco más de 20 toneladas de palanquilla y en hora y media en varilla, sí varillas que serán utilizadas para la construcción de viviendas de interés social.

“Las armas provienen principalmente de incautaciones realizadas a grupos armados organizados y a la delincuencia común. Al ser destruidas y fundidas, se garantiza un destino final adecuado que contribuye con la seguridad, la economía circular y la puesta en marcha de acciones que impulsan el desarrollo del país”, dijo el almirante José Joaquín Amézquita, jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares.

El alto oficial destacó que desde 1992 ya han sido destruidas más de 646.000 armas, muchas de ellas empleadas contra la dignidad humana y en otras actividades criminales. “Con esta iniciativa estamos poniendo fuera de circulación estos elementos y los convertimos en esperanza para cientos de familias, contribuyendo a la seguridad y el bienestar del país”, recalcó.

Gerdau Diaco anualmente transforma en acero más de 360.000 toneladas métricas de chatarra, que es la principal materia prima de su proceso productivo, la cual se obtiene de diferentes fuentes: la generada por obsolescencia que se obtiene de los hogares y es capturada por recicladores de oficio; otra, que proviene de la desintegración del parque automotor y, por último, la chatarra que se obtiene de la generada por la industria.

“Transformando Armas en Esperanza es una iniciativa en la cual la compañía consolida su compromiso con el desarrollo sostenible del país, fundiendo las armas que son entregadas por las autoridades competentes y donando un porcentaje del acero resultante para la construcción de viviendas de interés social en las zonas aledañas a las plantas, donde habitan familias en condición de vulnerabilidad”, informaron desde Gerdau Diaco.

Desde el 2018 la compañía ha destruido más de 192.000 armas, las cuales ha convertido en acero con los más altos estándares de calidad.

“Lo anterior lo enmarcamos en un proceso de economía circular, base de nuestro desarrollo productivo. A través de esta iniciativa también aportamos al país, hacia una reconciliación definitiva que nos permita construir más oportunidades para impulsar su desarrollo. La búsqueda de la paz es un llamado que nos motiva a acompañar acciones público-privadas para transformar a Colombia con alma de acero”, concluyó José Nunes, gerente de la Planta.

El proceso no es nuevo, si se tiene en cuenta que desde 1992 las Fuerzas Militares han destruido 646.684 de estas armas en diferentes siderúrgicas. Desde el 2019 en la planta de Diaco Tuta, por ejemplo, con las 28.991 armas fundidas este jueves, se han convertido en acero ya más de 192.000 armas incautadas por las Fuerzas Militares en diferentes partes del país, incluido Boyacá.