¿Y si nos ponemos serios? – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Después de tantas burlas orquestadas por amigos, contradictores, abusivos, vividores, personajes y gobernantes de turno y hasta grupos, partidos o agrupaciones ya es hora que dejemos de estar al vaivén de los acontecimientos, de las conveniencias o haciendo juegos a los intereses de terceros y nos preparemos porque si se vuelve a repetir -fuera de la rabia que ello ocasiona, las mal intencionadas disculpas y otras mentiras-, vendrán acciones superiores que lamentaremos y que ya será muy difícil justificar, controlar o tratar de arreglar. Y aparecerán los “salvadores”, ojo.

No es sólo por las campañas polarizadas que se están viviendo, es por jugar con los sentimientos, valores, principios y hasta recursos de sectores culturales, educativos, comunitarios y productivos que ya se están hastiando de ello. No es por imposiciones sino por acuerdos. No es pensando en beneficios particulares sino buscando expandirlos a colectivos. Es hablar para todos y cumplirles.

Ir a reuniones de grupos que supuestamente están por encima del “bien y del mal…”, que ya han superado esto y aquello, que se atribuyen banderas de integración y hacen daños con sus prácticas, debiese ser ese microscopio que debemos poner a todo lo que implica definición de proyectos, programas, políticas públicas, presencia de ciertos “personajes” y hasta impuestos, locales, regionales y nacionales. Sin dejar de lado a los que “avientan” pero no aparecen para la causa y luego si son los que manipulan, por debajo y sobre la mesa, para ganarse adeptos, aplausos y dinero.

Da vergüenza ver a ex, en todo, organizando oficinas, directorios, reuniones, negocios, proyectos, conjuntos, eventos y todo tipo de triquiñuelas para congraciarse o hacer caso a sus jefes, o a mandos medios que suponen ser jefes… ¿Y si nos ponemos serios? Y si dejamos de jugar con tantas necesidades juntas por estos días, con soluciones que nunca van a cumplir, con documentos que nunca van a firmar, con puestos que no van a dejar ocupar o desempeñar y hasta con simples favores que se pueden hacer sin pedir o recibir nada mayor que al Gracias.

Pero los que más serios deben ser son los que utilizan estas mañas para quedarles debiendo… No se deben volver costumbres esas que dizque son de “otras regiones o zonas” para implantarse en nuestro entorno y mucho menos generaciones. Acá somos honrados trabajadores, acostumbrados a hacer las cosas bien y sin maldades. Ya hemos sufrido vejámenes y hasta dolores padecido.

Miremos a nuestro alrededor y encontraremos suspicacias, dobles juegos, no hay credibilidad y la decepción es grande. Se les advirtió y siguieron con sus tácticas tradicionales. No ha pedagogías completas, todo se lo dejaron a la virtualidad y a los del mundo real, que esperemos. Hay que ofrecer ambas alternativas y si hay una tercera pues se sopesará. Seamos serios, no amargados -así no parezca-, estrictos, cumplidores y en disposición para consensuar. Pero a imponer, en su reino.

No es a punta de avisos, trinos, piezas de publicidad digitales, muñequitos, audios y otros con los que nos podemos adoctrinar a sus causas, es con verdaderos hechos que se le cumple a la sociedad.

No por codicia con los recursos de todos, con fotos lastimeras o retocadas, con vocecitas impostadas, con palabras que a lo mejor ya las hemos dicho en otras columnas o pregonado, pero es que da la sensación que no aprendemos, que nos la volverán a hacer, que seremos burlados o seguiremos en y con las mismas. Y es que es en todo. Si hiciéramos el ejercicio en nuestros hogares, trabajos y vías ya los resultados estarían cantados, más que los del 13 de marzo, por poner una fecha. Sin dudas ni suspicacias, pero sin con temple para que seamos serios, de verdad, y YA.

Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez.  @ricardocipago

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