No hay una petición formal de estudiar la posibilidad de aplicar la eutanasia al actor Jaime Barbini y por ende, no es cierto que el Comité de Ética del Hospital San Rafael se haya reunido para analizar la conveniencia o no y menos para argumentar sobre la ética médica a la hora de adelantar el procedimiento.
“La verdad es que a nosotros ningún familiar del maestro nos ha hecho petición alguna al respecto y por ende, pues no hemos analizado ninguna situación diferente a prestarle la atención médica que requiere”, dijo Yamit Noe Hurtado, el gerente del Hospital San Rafael.
El médico y vocero del centro asistencial más importante del departamento de Boyacá añadió que en el San Rafael no se ha practicado la primera eutanasia, pero que además en este caso ni siquiera se ha presentado una carta formal y por ende no se ha siquiera iniciado el procedimiento como lo establece la Resolución 971 del 1 de julio de 2021 en la que el Ministerio de Salud establece el procedimiento de recepción, trámite y reporte de las solicitudes de eutanasia.
Lo que sí es cierto es que desde este lunes el paciente Jaime Barbini Chaparro, de 79 años se encuentra hospitalizado en San Rafael por un episodio de depresión mayor que ha complicado las secuelas del Accidente Cerebrovascular que sufrió el pasado 19 de noviembre y que le paralizó su medio lado izquierdo, pero que además lo dejó prácticamente postrado en una cama.
El maestro ha requerido de atención médica especializada por neurología, pero además de psicólogo y psiquiatra, por un delirio, un trastorno y un insomnio crónico.
“Mi papá tiene una depresión grande, aunque solo le funciona la mano derecha, como puede él mismo se agrede, se pega en la cara, se hace daño y pide que lo dejen morir, que lo dejen descansar y los médicos son los que definirán. La Superintendencia de Salud ya está enterada de que él está pidiendo que lo dejen morir y nosotros como familia tomamos la decisión de respetar su voluntad, porque está sufriendo mucho”, dijo a Boyacá Sie7e Días, Catherine, una de sus hijas quien añadió que no sabía que se necesitaba iniciar todo un protocolo a través de una carta, pero que hoy lo harán.
Añadió que él lleva cuatro días llorando y sin comer, que ya su mamá y sus demás hijos entendieron que él realmente se quiere morir.
“Esto no es nuevo para la familia si se tiene en cuenta que una hermana de él, Yolanda Chaparro se aplicó la eutanasia porque tenía esclerosis múltiple”, dijo una de sus hijas.
Catherine agregó que su padre solo está tomando medicamentos básicos y que ya la llamaron de la Superintendencia de Salud y que requirieron a la EPS para que se evalúe cuál es su estado de salud y si se puede analizar la solicitud de eutanasia.