Más de 800.000 audiencias han tenido, a hoy, las emisiones virtuales del Aguinaldo Boyacense.

Por: José Ricardo Bautista Pamplona
Director Boyacá Sie7e Días.
Durante estos días de novenas, Boyacá Sie7e Días ha llevado a todas las audiencias del departamento, Colombia y el mundo, no solamente las re transmisiones en tiempo real de las galas de la versión 65 de la fiesta grande de Tunja, sino que ha hecho una descripción detallada sobre la programación y las actividades de la agenda religiosa, festiva, recreativa y cultural.
Y aunque aún no culmina el Aguinaldo porque todavía hay tardes culturales, mañanas recreativas, novenas y caravanas de la esperanza, si se despiden las acostumbradas noches artísticas y estelares que, al mejor estilo de las telenovelas en horario triple A, habían acostumbrado ya a sus seguidores a disfrutar de cada capítulo y cada emisión diaria.
Fueron jornadas gratificantes donde se puso en la vitrina del país y el mundo el talento de los nuestros, quedando demostrado que hay una inmensa riqueza en los exponentes del arte y la cultura criolla y que realmente esta clase de oportunidades hacía mucha falta, pero paradójicamente fue la pandemia la que permitió que los artistas de la casa se tomaran definitivamente el evento para compartir con los espectadores parte de su trabajo cosechado algunos de manera empírica y otros en la academia.
Aunque fueron más de 500 cultores involucrados en el evento, «no hubo cama para tanta gente» como dice la canción y un minoritario grupo de quienes quedaron por fuera de la selección quisieron empañar con protestas el certamen, pero pudo más la alegría de ver a los exponentes locales por las pantallas que las voces de inconformismo para quienes seguramente llegará su momento, como llega siempre el tiempo justo en el andar sabio de la vida.

Desde el primer día de su aparición por las plataformas digitales y la televisión local el número de receptores fue subiendo como la nieve, logrando grandes picos de sintonía y audiencias, así como mensajes de felicitación mediante la utilización de los mecanismos que tiene la internet para manifestar conceptos y emociones.
Las voces de aceptación y complacencia ahora son mayoritarias y todas coinciden en exaltar el trabajo, tanto de los artistas de casa como el de la organización, que estuvo cumpliendo con extenuantes jornadas de grabación, producción, coordinación, logística, difusión, presentación, estructura de parrillas de contenido, libretos, concepto y todo lo que tiene, tras bambalinas, un evento de estas características.
Nada fácil conquistar los aplausos y el reconocimiento en una edición virtual, de un público acostumbrado hace 64 años a disfrutar de los desfiles, las verbenas, las aglomeraciones, las grandes masas de asistentes, los espectáculos con artistas nacionales e internacionales, las enormes producciones y tarimas de gigantescas estructuras, el aguardientico Líder, la pólvora e incluso la prohibida maizena, que a decir verdad no se ha podido erradicar del todo de los tradicionales aguinaldos.
Pasar a la realización de un legendario certamen de esas características a la virtualidad fue un cambio que impactó en la opinión pública, pero como dice el adagio “mal de muchos consuelos de tontos” y es que el mal conocido como coronavirus no solamente es de muchos, sino de todo el planeta y eso ha obligado a implementar nuevas metodologías en un reinvento que aún tiene mucha resistencia pero que al final se debe aceptar, como este, el de los eventos virtuales.

No solo hubo programación y transmisiones sino una llamativa ruta de estaciones de luz y las caravanas de esperanza convertidas en mensajeras de alegría, dividida en varios frentes a través de las distintas áreas de la administración municipal que han estado lideradas por el alcalde, su esposa y el gabinete para llevar a los niños de varios sectores obsequios y regalos, muchos de ellos patrocinados por la empresa privada y otros con la inversión de recursos propios en el marco del desarrollo de programas institucionales.
El aplauso es para la administración municipal en cabeza del alcalde Alejandro Fúneme y su esposa la gestora Social Gisela Rodríguez quienes se la jugaron contra todo pronóstico, insistieron, aguantaron y perseveraron para no interrumpir la historia del tradicional Aguinaldo y por supuesto para el equipo de cultura liderado por la especialista Dalma Amézquita Ávila a quien le tocó estrenar cargo con la primera edición virtual del aguinaldo en toda su historia demostrando que la cultura no solo requiere de artistas sino de buenos ejecutivos y administradores.
El reconocimiento es extensivo para el equipo de comunicaciones de la administración de Tunja, liderado por la comunicadora Karen Dayana Estupiñán Diaz que hizo mingas con varios productores, presentadores, sonidistas, camarógrafos, luminotécnicos, fotógrafos, diseñadores y un equipo robusto que se echó al hombro las producciones y emisiones para lo cual encontraron varios aliados estratégicos en el camino.
Es de reconocer el poder de convocatoria del alcalde Fúneme para lograr la concurrencia de un pull de entidades, tanto del sector público como privado, y reunir una modesta bolsa de recursos con la que se pudo llevar a cabo el inédito capítulo virtual del Aguinaldo Boyacense.

Pero nada de esto hubiera sido posible si no fuera por el público que estuvo frente a sus receptores de manera consagrada y en un «voz a voz» hicieron crecer cada día más la audiencia a la que se sumaron espectadores de todo el territorio nacional y el mundo, gracias a la globalización posibilitada por las nuevas tecnologías y que según datos estadísticos de audiencia arrojan una alentadora cifra de 800.000 espectadores en lo que va corrido de las transmisiones.
Seguramente hay mucho por aprender en materia de producción en el departamento, más aún cuando Boyacá es el gran ausente de las parrillas de televisión nacional porque la «politiquería», el egoísmo y los oportunistas de siempre, no han permitido que la tierra de la libertad tenga su propio canal como Antioquia, Valle, Bogotá, Santander, La Costa y otros departamentos del territorio nacional; pero lo que sí quedó demostrado es que hay un inmenso talento humano por capacitar, cualificar y explotar en el mejor sentido de la palabra.
Reconocimiento también a todo el equipo de TeleSantiago de Tunja que fue pieza clave para que los contenidos llegaran producidos y editados a las plataformas virtuales y el público pudiera disfrutar de momentos televisivos de gran factura.
Definitivamente se debe hacer un frente común «sin apetitos» para que Boyacá tenga, de una vez por todas, el soñado canal de televisión y de esta manera no se haga tanta antesala a ningún medio nacional para poner en vitrina todo lo que tiene este bendito suelo en materia de turismo, paisaje, gastronomía, deporte, patrimonio, cultura y arte local como quedó demostrado en esta edición virtual del Aguinaldo Boyacense 2020, esa sí que sería una manera de apoyar a los cultores que solo requieren escenarios dignos donde puedan hacer el establecimiento de la oferta de su atesorado producto y de paso darle una manito a los periodistas y profesionales audiovisuales que a causa de la crisis económica y la pandemia quedaron sin oportunidades de trabajo y eso sin contar el número significativo de profesionales de estas áreas que acaban de recibir su título en las universidades del departamento.
Mientras eso ocurre y aparecen nuevos quijotes que asuman el reto del anhelado canal, queda esperar la evaluación que hará la organización del primer Aguinaldo Boyacense Virtual y el balance final donde el público y en especial quienes lo vivieron, tienen última la palabra.