Sergio Armando Tolosa Acevedo, se refiere a los resultados obtenidos en estos primeros 12 meses de labores, luego de que la Gobernación recuperara el manejo de la licorera. Las estrategias, nuevos productos y las sorpresas que tiene para fin y comienzo de año las reveló en esta entrevista.

¿Cuál es su balance de este primer año de labores de la Nueva Licorera de Boyacá?
Definitivamente este ha sido un año muy atípico para la Nueva Licorera de Boyacá, como también lo ha sido en todo el sector productivo y el sector económico del departamento de Boyacá, Colombia y el mundo. En medio de un año en el que se ha tenido que hacer frente a la pandemia y de tantas dificultades, el no haber tenido que parar ni un día la producción, es un orgullo. Los resultado afortunadamente se ven y aquí debo agradecer precisamente al apoyo y directrices del gobernador, Ramiro Barragán y de la junta directiva, que siempre han estado ahí prestos a trabajar hombro a hombro con estos 37 empleados que han puesto lo mejor de sí.
¿De qué cifras, por ejemplo, estamos hablando?
Nos sentimos muy orgullosos de que en el primer año de labores y coincidencialmente en un momento tan difícil, haber logrado transferir más de 16.000 millones de pesos a la Gobernación del departamento. Orgullosos de que gracias al apoyo de los boyacenses y de las personas que creen y compran nuestros productos, pudimos hacer esas transferencias al departamento y de las cuales el 37 por ciento va para la salud, un 3 o 4 por ciento va para deporte y el resto a la Gobernación para temas productivos, temas sociales e infraestructura.

¿Y a la empresa, cómo le ha ido en utilidades?
En medio del panorama que hemos tenido que enfrentar, muy bien, ya que han sido 3.500 millones de pesos de utilidades para la empresa, en donde la Gobernación y otras entidades tienen participación hasta en un 50 por ciento, adicional a las tranferencias de 16.000 millones. Hemos logrado una cobertura del 95 por ciento del departamento y adicionalmente venimos trabajando en la incursión en mercados nacionales y la proyección a mercados internacionales.
¡Retomaron la operación que traía el operador privado!
No. Eso es bueno aclararlo. Nosotros arrancamos absolutamente de ceros y ya hemos logrado convertir y ajustar todos los procesos al esquema público, que es muy diferente al tema privado, pero adicionalmente tuvimos la oportunidad de tecnificar nuestra producción y sistematizar nuestros procesos. Además, hemos podido diversificar nuestro portafolio y mostrar un perfil social de la empresa.

¿Cómo le ha ido en esa labor social?
De la mejor manera. Ahí está por ejemplo las donaciones de alcohol y gel antibacterial que ha sumado más de 1.000 millones de pesos, el aporte al deporte y el patrocinio de nuestro equipo de fútbol Patriotas Boyacá. Pero además vamos a empezar a trabajar en ese perfil social de la empresa, de la mano con la casa del menor, con Indeportes, con el Fondo Mixto, para apoyar la cultura, otras actividades deportivas, realizar capacitaciones en la casa del menor, adelantar actividades de consumo responsable en los municipios.
¿Cultura, otros deportes y capacitación?
Pero claro que sí. Nosotros estamos llamados como entidad pública descentralizada a empezar a mostrar que de verdad retribuye a los boyacenses la gestión que se viene haciendo no solo en recursos o utilidades, sino que empiece a mostrar el perfil social que debe tener una nueva empresa y por eso comenzamos a trabajar en esto.

¿Qué viene para este año en cuanto a productos se refiere?
Vamos a hacer el lanzamiento de nuestras ediciones especiales, dentro de las que tendremos una de aguardiente Onix añejo sin azúcar 12 años, que presentaremos la última semana de noviembre, y un ron 12 años en edición limitada, que lanzaremos al mercado la primera semana de diciembre. También estamos trabajando en un cambio de imagen en marca.
¿Van a cambiar la marca?
No como tal la marca. Estamos trabajando en un tema de modernización de la imagen de marca y ya inclusive estamos adelantando procesos para obtener autorizaciones del Invima para poder hacer unos cambios en la imagen de la marca de la empresa, en algunos de nuestros productos. A esto se suma la diversificación del portafolio y en unos productos que estamos en desarrollo de innovación y de investigación que tiene que ver con nuevos productos y nuevos tipos de licor que el próximo año estaremos anunciando. Además, pensamos regresar con las tradicionales cremas de cacao, de café y ‘triple sec’ que caracterizaron a la licorera.

¿Y la producción de alcohol y gel antibacterial?
Claro que lo seguimos produciendo y vendiendo, pero ya de una manera más moderada en comparación con lo que ocurrió antes de mitad de año. Vamos a empezar a trabajar muy fuerte para que, con las empresas estatales, los hospitales, las secretarías de Educación y de Salud, podamos hacer convenios interinstitucionales para que de aquí en adelante nos apoyemos entre entes del Estado. Lo que vamos a hacer es asegurar mercados del año entrante ya que lo que se ha visto es que la pandemia continuará en el 2021.
¡Qué tan importante fue la venta de alcohol para las finanzas de la licorera!
Fue fundamental. El 55 por ciento de los ingresos de la empresa durante varios meses fueron por la comercialización de alcohol y el 45 por ciento por venta de licor. Aquí vale la pena analizar el tema, pues obviamente esto generó mucho más trabajo si se compara el precio de venta: mientras una botella de licor puede costar 30 mil pesos, una de alcohol vale 5.000 y desde luego que se pueden imaginar las proporciones de la venta de alcohol, versus la venta de licor.

¿Qué tan importante es el fin de año para la licorera?
Ese es un tema muy importante para poder entender la situación. La estacionalidad de las ventas no solo en la Licorera de Boyacá, sino en la industria nacional. Para el caso nuestro, en un año normal, el primer semestre se puede vender entre el 20 y el 25 por ciento del total de las ventas del año. En el tercer trimestre, es decir entre julio y septiembre, se vende un 15 por ciento adicional y en los tres últimos meses se vende entre el 60 y el 65 por ciento del total de las ventas del año, precisamente por los eventos que se realizan en fin de año.
¿Y entonces qué piensan hacer?
Este año es atípico, porque no hay aguinaldo, ni Festival Internacional de la Cultura (FIC), tampoco fiestas, el turismo de igual forma va a estar algo restringido y las visitas de familiares de fin de año en las que se adelantan reuniones e integraciones familiares, pues tampoco es que se estén o se vayan a adelantar como se hace tradicionalmente. Por eso, ya estamos adelantando unas estrategias que de una forma u otra esperamos nos cubran parte de ese mercado tan importante que por la pandemia va a estar restringido para el fin de año.
