El 12 de agosto es una fecha que los familiares y amigos de Jairo Enrique Ahumada Castañeda nunca olvidarán: había nacido el 12 de agosto de 1958 y murió la misma fecha, pero 62 años después.
No pudo celebrar su cumpleaños en familia, como siempre lo hacía, pues desde hace cerca de un mes se sintió mal y comenzó con unos síntomas que obligaron la consulta médica y días después su traslado a la antigua clínica de Saludcoop, hoy clínica de enfermedades respiratorias donde dio la batalla al coronavirus desde la Unidad de Cuidados Intensivos durante 22 días.
Había nacido en Muzo al igual que su padre, quien también fue alcalde de Coper (1988-1990). Don Jairo Enrique como lo conocían, siempre se destacó como un ganadero y comerciante de esmeraldas. Casado y padre de tres hijos, le sobreviven su esposa y una hija que es funcionaria del Ministerio del Interior.
Había gobernado el municipio de Coper en dos oportunidades: fue alcalde de Coper entre 1998 y el 2000, elegido por el Partido Conservador con 1.139 votos y volvió a elegirse para el periodo 2016-2019 con el aval de Cambio Radical y 1.071 votos.
Junto a su esposa vivía en una finca en Coper, en la que se encuentra el reconocido restaurante El Paraíso, el más importante de esa localidad del occidente del departamento.
De su funeral, como es obvio, aún no se conoce nada, pues como víctima de coronavirus debe cumplir un estricto protocolo, antes de entregar sus cenizas a la familia para tener ahí sí un acto simbólico que se realizaría la próxima semana en Coper.
De esta manera en lo corrido de esta semana, el occidente de Boyacá pierde a dos importantes líderes políticos, y coincidencialmente a causa del COVID-19. Primero fue el exdirigente Liberal y exparlamentario Pedro Vicente López Nieto y la tarde de ayer, el exalcalde de Coper.
