Actualmente en Boyacá hay 125 pacientes en lista de espera para trasplante de órganos; el más requerido es el riñón

Los hombres son los principales pacientes en lista de espera de órganos en Boyacá y Colombia.

Entre enero y septiembre de este 2025 en el país se han concretado 1.042 trasplantes, según el Instituto Nacional de Salud. Foto: archivo particular

*Por: Yuliana Bohórquez

Los trasplantes de órganos y tejidos son procedimientos médicos que han demostrado su eficacia y seguridad, no solo salvando la vida de muchas personas, sino también mejorando significativamente su calidad de vida. En muchas enfermedades esta opción representa el tratamiento que ofrece mejores resultados, permitiendo a los pacientes recuperar una vida normal.

Según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), actualmente 4.308 colombianos se encuentran en lista de espera para recibir un órgano. De ellos, 2.328 son hombres y 1.980 son mujeres.

A escala nacional, el órgano más solicitado es el riñón, seguido por el hígado y el pulmón. El rango de edad con mayor demanda de trasplantes corresponde a las personas entre 41 y 50 años, con 1.031 pacientes, seguido del grupo de 51 a 60 años, que registra 974 pacientes. En contraste, los niños entre 0 y 10 años son la población que menos requiere trasplantes, con apenas 20 casos.

Por régimen de afiliación, el contributivo concentra más del 50 % de los pacientes en lista de espera. En cuanto al estrato socioeconómico, el estrato 3 es el más representativo, seguido del estrato 2.

Por aseguradora, la Nueva EPS encabeza la lista, con más de 500 casos reportados. En el ámbito territorial, Bogotá es la ciudad con mayor número de pacientes en espera (1.230), seguida por Valle del Cauca (570) y Antioquia (567). En el otro extremo, Guaviare registra solo cuatro casos y Vichada apenas uno.

Panorama en Boyacá

En el departamento de Boyacá, 125 personas se encuentran en lista de espera para un trasplante de órganos, de las cuales 71 son hombres y 54 son mujeres. El riñón es el órgano más solicitado, con 118 pacientes en espera, seguido por el hígado, con seis casos, y un solo caso de corazón.

Por rango de edad, el grupo con mayor número de pacientes es el de 51 a 60 años, con 32 personas, seguido por quienes tienen entre 61 y 70 años (25 pacientes) y 31 a 40 años (24 pacientes). Registran además dos menores de edad.

En cuanto al régimen de afiliación, el contributivo representa el 46 % de los pacientes, seguido del subsidiado, con 34 %. Por estrato socioeconómico, el estrato 3 concentra el mayor número de personas en espera de un órgano. Por aseguradora, Sanitas encabeza la lista en el departamento, seguida de Famisanar.

Conmemoración del Día Mundial del Donante de Órganos y Tejidos en el Hospital Universitario San Rafael

El Hospital Universitario San Rafael de Tunja realizó este miércoles 15 de octubre un conversatorio especial denominado ‘Donación de órganos y tejidos: rompiendo mitos, transformando vidas’, en alianza con la Secretaría de Salud de Boyacá. La actividad buscaba sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de donar y derribar prejuicios que aún existen en torno a este acto que puede salvar miles de vidas.

De acuerdo con Natalia Ortiz Fandiño, coordinadora operativa de trasplantes del Hospital San Rafael, el evento contará con la participación de expertos del área médica y académica, quienes abordaron la donación desde distintas perspectivas. Durante el conversatorio se presentaron dos testimonios conmovedores: el de una paciente que ya fue trasplantada y el de un niño de cuatro años que espera un corazón.

La importancia de donar

La profesional destacó que donar órganos es un acto de solidaridad que trasciende la pérdida.
“Más allá del duelo, la donación permite que la vida de un ser querido continúe en otros. Un solo donante puede salvar o mejorar la calidad de vida de hasta ocho personas”, indicó en diálogo con Boyacá Sie7e Días.

Para ser donante, los ciudadanos pueden registrar su voluntad en la página del INS en la sección Dona Vida. “Solo los mayores de edad pueden hacerlo”, subrayó.

Aunque en Colombia existe la Ley 1805 del 2016, que establece la presunción legal de donación, el respeto de la decisión de donar órganos y tejidos requiere del apoyo de la familia del donante para que cumpla. Por esta razón, es fundamental que las personas comuniquen a sus seres queridos su voluntad de ser donantes.

El Hospital San Rafael es una institución generadora de órganos, es decir, notifica los casos de muerte encefálica y facilita las cirugías de extracción, pero los equipos trasplantadores llegan desde Bogotá. “En el último año, logramos llevar a rescate de órganos a 14 pacientes, de los cuales se obtuvieron dos corazones, además de hígados, riñones y tejidos como córneas, cartílagos y tendones”, afirmó la coordinadora.

Uno de los procedimientos más significativos ocurrió hace un año y medio, cuando un corazón fue trasladado en ambulancia hasta Paipa y desde allí en un vuelo chárter hasta Bogotá, donde fue trasplantado en la Fundación Santa Fe. “El corazón tiene cuatro horas de isquemia, por eso todo el proceso debe ser inmediato. El hígado tiene hasta seis horas y el riñón sí aguanta hasta 12”, explicó.

Este año, el hospital también logró por primera vez el rescate de pulmones de una joven de 19 años, “un hecho inédito en Boyacá”, dijo, al tiempo que desmintió los mitos que rodean la donación y aclaró que el rescate de órganos solo se realiza bajo estrictos protocolos médicos y legales.

El conversatorio en el Hospital San Rafael de Tunja giró en torno a la concientización de donar órganos y tejidos. Foto: suministrada a Boyacá Sie7e Días

“El paciente debe estar en muerte encefálica, diagnosticada por un neurocirujano y un intensivista, y confirmada mediante el test de apnea, que evalúa la ausencia total de reflejos cerebrales. Aunque el corazón siga latiendo, ya no hay actividad cerebral, y por eso el paciente es trasladado al quirófano con el corazón activo para mantener la perfusión de los órganos”, explicó.

Añadió que los casos más comunes de donación provienen de accidentes de tránsito y accidentes cerebrovasculares (ACV) o lo que se conoce como trombosis, situaciones que generan daño irreversible al tallo cerebral. “El proceso tiene cadena de custodia, supervisión de biovigilancia y registro ante el INS, que verifica el destino de cada órgano rescatado”, precisó.

Finalmente, Ortiz Fandiño hizo un llamado al autocuidado: “si queremos ser donantes, debemos cuidar nuestros órganos desde hoy: mantener hábitos saludables, evitar conductas de riesgo y asistir a controles médicos periódicos. De nada me sirve que yo hoy quiera ser donante y no tenga cuidado de mis órganos”, concluyó.

*Redactora de Boyacá Sie7e Días




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