Menstruar con dignidad: un derecho aún negado a millones

Millones de mujeres en Colombia aún enfrentan barreras para vivir una menstruación digna, situación que afecta su salud, educación y bienestar. Essity llama a una acción conjunta para garantizar equidad menstrual.

Campaña educativa de Essity busca normalizar la menstruación desde la infancia y fomentar el acceso a información clara y libre de estigmas. Foto: suministrada a Boyacá Sie7e Días

*Por: Nury Vargas

En pleno siglo XXI, la menstruación sigue siendo una barrera que condiciona la salud, la educación y la dignidad de millones de mujeres en el mundo. Más de 500 millones enfrentan serias dificultades para acceder a productos de higiene menstrual, educación adecuada o instalaciones sanitarias seguras. Colombia no es ajena a este panorama.

Según una investigación de la consultora Caja, el 94 % de las mujeres de estratos bajos en el país no ha tenido recursos para adquirir una toalla higiénica, el 92 % ha tenido que recurrir a sustitutos peligrosos como el uso de trapos, papel higiénico o ropa vieja para manejar su menstruación, y el 84 % ha sufrido accidentes al salir de casa con el periodo.

Los datos también muestran un impacto directo en la salud emocional. El 75 % ha sentido vergüenza al tener que pedir una toalla higiénica prestada. La situación se agrava por el silencio que aún persiste en muchos hogares: solo el 55 % de los colombianos se considera bien informado sobre la menstruación, según el Dane.

En el marco del Día Mundial de la Higiene Menstrual, la compañía global Essity presentó una radiografía del problema. “En Essity, creemos que menstruar no debe ser un obstáculo para estudiar, trabajar o vivir con dignidad. Por eso, reafirmamos nuestro compromiso de contribuir a eliminar las barreras que impiden una menstruación segura y respetuosa”, señaló Julián Mora, director de Marketing de Intimate Hygiene.

Desde hace 35 años, la empresa ha trabajado a través de su marca Nosotras con más de un millón de estudiantes en todo el país, desde San Andrés hasta el Amazonas. Cada año, se vincula con más de 2.500 colegios públicos y privados, y también apoya a mujeres privadas de la libertad mediante la entrega de productos y procesos educativos.

Essity identifica cinco retos clave para alcanzar la equidad menstrual: el acceso deficiente a productos y servicios, la falta de conocimiento y persistencia del estigma, el impacto en la educación, las consecuencias económicas y de salud, y las brechas en políticas públicas y educación. Por eso impulsa una colaboración entre sector público, privado y la sociedad.

“Hoy, más que nunca, es momento de reconocer la menstruación como un asunto de salud pública, equidad y derechos humanos. Es momento de garantizar que todas las personas, sin importar su condición social o lugar de origen, puedan menstruar con dignidad”, concluye la compañía.

*Redactora de Boyacá Sie7e Días

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