
Al político boyacense Ciro Alejandro Ramírez Cortés se le está juzgando por presuntamente estar implicado en delitos relacionados con corrupción cuando era senador de la República: concierto para delinquir, cohecho propio e interés indebido en la celebración de contratos.
Al excongresista, preso en La Picota, se le señala de haber manejado los hilos de una red ilegal que direccionaba contratos y cobraba millonarias coimas por entregar a dedo proyectos para las regiones. Ciro podría ser condenado o absuelto en los próximos días por la Corte Suprema de Justicia.
Y aunque la Procuraduría General de la Nación le pidió a la Corte Suprema de Justicia condenar a Ramírez, los amigos de Ciro y su defensa confían en que el exsenador va a quedar libre y absuelto, pues –señalan–, existen vacíos probatorios, testimonios contradictorios y la falta de soporte documental en las acusaciones.
La última palabra la tiene la Corte.