
Un particular momento se vivió en la fiesta de integración ofrecida por la Licorera y la Gobernación a los mandatarios municipales en la Cumbre Departamental de Alcaldes la noche del jueves en Miraflores.
Resulta que, en medio de los tragos y la alegría de la noche, el gobernador, Carlos Amaya, hizo subir al escenario al representante a la Cámara Wilmer Castellanos (foto ilustración) y dijo que iba a contar una historia para demostrar que él no era sectario y comenzó a entregar detalles del maltrato que había recibido en su primera campaña a la Gobernación por parte del grupo del entonces candidato a la Alcaldía de Sutamarchán Wilmer Castellanos, quien apoyaba a otro candidato a mandatario de los boyacenses.
Y luego se refirió a que, esa vez, los dos habían resultado ganadores en las urnas: Castellanos como alcalde de Sutamarchán, y él como gobernador de Boyacá, pero que en vez de cobrar revancha había asignado la mayor inversión que se haya hecho en la historia en ese municipio y que Castellanos había sido uno de los mejores alcaldes de ese periodo, precisamente por su liderazgo y forma de trabajar.
Además, añadió Amaya que, si muchos decían que él era un animal para hacer política, Wilmer era una verdadera máquina para ese oficio, y en ese momento algunos de los alcaldes asistentes comenzaron a corear: “gobernador, gobernador, gobernador”, ante lo que Amaya exclamó: “Wilmer, ahí están gritando gobernador, y creo que no es a mí, sino a usted”, frase que generó risas, aplausos y hasta ovación de algunos.
¡Desde luego que ayer el episodio, al que ni el gobernador, ni el congresista se han referido, fue motivo de conversación entre los burgomaestres en la jornada de clausura del evento, y va a seguir dando de qué hablar!