Mirador del Valle, el emprendimiento de arepas y otros amasijos que Luis Carlos Gil y su familia han sacado adelante durante 14 años.
Luis Carlos Gil, propietario del Mirador del Valle, donde se elaboran apetitosas arepas en Samacá. Foto: Boyacá Sie7e Días
En el kilómetro 1 vía a Samacá, en un lote solitario, ubicado en la parte alta del municipio y justo al borde de la vía, construyeron hace más de una década uno de los paraderos más espectaculares que merece la pena visitar.
El olor a amasijos recién salidos del horno, un ambiente ameno para departir, descansar y continuar el viaje y, sobre todo, contemplar con admiración la tierra samaquense que se dibuja en nuestros ojos al mirar el horizonte.
El lugar, bautizado como Mirador del Valle, se hizo posible gracias al trabajo familiar y los conocimientos heredados de las madres que amasaron para el hogar la vida entera. La arepa y los amasijos son alimentos muy tradicionales en Boyacá, sin embargo, encontrar el sazón distinto y un poco más saludable a los productos, fue la fórmula que les catapultó.
“Esta no es una arepa boyacense, es una fórmula de la casa. Nada tiene que ver con arepas boyacenses realmente y eso es lo que le ha gustado a la gente. También le ha gustado, por ejemplo, que yo hago el pan de yuca sin gluten y sin sal. Mis arepas son bajas de dulce. Mientras las otras arepas el 80 % es harina de maíz, el resto trigo y nada más, en mis arepas el 60 % de lo de afuera es queso, 20 % de harina de maíz y lo restante es trigo”, explicó Luis Carlos Gil, propietario del negocio.
La venta de onces no solo crea buenos sabores, sino que también representa una fuente directa de empleo para más de 20 personas y la compra de productos a campesinos de la región. Se estima que los fines de semana se venden entre 2.000 y 3.000 arepas. Esta es una muestra de que los emprendimientos con conocimientos empíricos sí pueden ser prósperos en nuestra tierra.
