Este martes, la Catedral San Martín de Tours de Sogamoso fue el escenario de un conmovedor adiós a Sarita Michel Vargas, una niña cuya partida ha dejado un profundo vacío en el corazón de su familia y de la comunidad.

Una verdadera multitud llegó hasta la Catedral de Sogamoso para expresar sus condolencias a la familia de la niña y para exigir justicia. Foto: Boyaca 7 días.
La ceremonia de las exequias, presidida por monseñor Édgar Aristizábal, obispo de la Diócesis Duitama Sogamoso, reunió a familiares, amigos y ciudadanos que se acercaron para acompañar a la familia en este difícil momento.
Durante la misa, el obispo expresó palabras de consuelo, destacando la importancia de la fe y la esperanza en medio del dolor, pero también hizo un llamado de atención a las autoridades y a la comunidad en general.
“Debemos trabajar más cuidando a la familia, cuidando al anciano, cuidando al campesino, para que vivan con dignidad y compromiso y la familia vuelva a ser la célula básica de una sociedad. Necesitamos vivir una verdadera conversión, un verdadero compromiso; papás por favor, queridos jóvenes, queridos niños, no se dejen arrebatar su alegría”, señaló el obispo.
En medio de la solemnidad de la ceremonia, la abuelita de Sarita, Blanca Sierra, le brindó un sentido homenaje, lleno de amor y gratitud por los momentos que compartió con ella. Entre lágrimas y recuerdos, sus padres, hermana y otros allegados dedicaron palabras conmovedoras que resaltaron su dulzura, alegría y la inmensa huella que dejó en sus vidas.
Durante la ceremonia, sus compañeros de colegio se unieron para despedirla con un conmovedor homenaje que reflejó el cariño y la huella que dejó en sus vidas. Entre lágrimas, los niños llevaban flores y globos blancos, mientras recordaban los momentos compartidos con Sarita en las aulas y los patios del colegio Silvestre Arenas.
En un gesto lleno de emotividad, una amiga leyó unas palabras en nombre de todos sus compañeros, donde expresaban su tristeza por su partida y destacaron su alegría, su sonrisa contagiosa, la amistad sincera que les ofreció y terminó con una oración que elevaron al cielo pidiendo que Sarita por fin pueda descansar en paz.
Los directivos del colegio y profesores, por su parte, se unieron al homenaje señalando que su ausencia ha dejado un vacío irreparable en sus corazones, destacando a Sarita como una niña llena de alegría que con su sonrisa iluminaba sus vidas y les dejó un recuerdo imborrable que los acompañará siempre.
Al finalizar la ceremonia, cuando la familia y los asistentes salieron de la iglesia, fueron recibidos por una multitud que esperaba para acompañarlos en este difícil momento. La banda del colegio Silvestre Arenas, carros de la Policía Nacional, Bomberos Sogamoso y ambulancias, escoltaron el cortejo fúnebre de Sarita Michel Vargas hasta su última morada en el cementerio.
La memoria de Sarita Michel Vargas será un recordatorio constante de la importancia de luchar contra la impunidad y la indiferencia; Sarita merece justicia y se espera que las autoridades esclarezcan lo ocurrido y se garantice que los responsables enfrenten todo el peso de la ley.