Juegos sobre la mesa – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Columna Ricardo Cipagauta 100

“En la mesa y en el juego, se conoce al caballero…” ya no es cuestión de honor, ética, relacionamiento o simple comportamiento ciudadano (cívico) lo que ciertos personajes salen con babosadas a decir cualquier número de frases sueltas, chistes reforzados (que antes eran lágrimas de cocodrilo) en atriles y micrófonos, entrevistas y hasta ante quienes tienen el poder de decidir, direccionar y encaminar las que llaman gestiones, logros, victorias y  generar titulares o boletines.

Cada vez son más evidentes las ansias de figuración, de aparecer en pantallas, utilizar a niños y familias inocentes con sus necesidades o ejemplos, hacer de las suyas con los pocos o muy inflados recursos, imponer discursos activistas y polarizantes (aunque digan que son otros los que lo hacen) y con acciones populistas se hacen reconocer con miras a otros intereses, que ya lo sabemos y hemos dicho, se soportarán en el erario, en los funcionarios y contratistas; pero es normal, dicen.

No hay juego limpio, se nos volvió paisaje, y luego a quejarnos, llorar y hasta reprochar los silencios con los que venimos siendo atragantados, que no nos indigesten luego de las fiestas de fin de año, que se han convertido en la precampaña de los mismos de siempre, lanzamientos a diestra y siniestra, aparecen recursos e inundación de los cielos (¿a qué costo?) y nadie pide cuentas, los que dicen controlar solo miran y aplauden. Es que se nos olvida, a veces, que son parte de sus roscas.

No se escandalicen o tapen los sentidos cuando empiecen a salir a las jugaditas, trampitas, ayuditas, apoyitos y padrinazgos para justificar tantas formas de corrupción (no solo es robar…) “alianzas”, “convocatorias”, “concursos”, “fundaciones u ONG” y otros, en todos los niveles de nuestro entorno, que repetimos, ya son parte del marco, panorama o día a día y hasta sirven de espejo retrovisor sin ruborizare para urdir tramojas, subirse a locomotoras, enjalmarse, convocar a donaciones de juguetes para entregarlos a su nombre… y en fin, seguir con el cambio, pero de rostros y de manos, no muy limpias. Pero que sus uñas son muy filosas y dañinas; y de colorines.

A lo mejor no son los que pensamos, que están pensando, que los pensamos, pero que por dejar que sus ‘amiguis’ defienden, busquen peleas, ataquen por atacar, reprochen que no se les haga eco a sus noticias, encaren lo que pensamos con diferencia de sus manejos, señalemos con argumentos y tengamos el valor de no estar en sus primeras líneas, sus espirales, sus afectos y hasta sus perfilamientos, que sí los hacen para distribuir invitaciones, pautas, saludos y “tenernos en cuenta.”

Son expertos en juegos sobre la mesa, bueno de eso es que se ufanan en sus reuniones cerradas, que perfeccionaron en sus altos niveles de lagartería personal o para sus trincheras, que también tienen muchas de las fichas o cartas marcadas para no perder ni una, porque si no se les desbarajusta el negocio, por las alturas y con cámaras abiertas, rumbitas selectas, señalamientos sin piedad y privilegios para no hacer ruedas de prensa sino “tintos de copas o compas” y ¡Salud!

¡Terminaremos el año con sorpresas o noticias bomba?, se tendrán que ir o se empotrarán y seguirán con sus manipulaciones… o a lo mejor no pasará nada… que no sería raro… y si llega a suceder, que sea una bendición para darle un vuelco a tanta ignominia y desconsideración.

En esos juegos de manos nos golpeará, más, el nuevo salario mínimo, cada vez más mínimo, y sin recibir servicios de salud, que era bueno, porque hace parte de ese juego de torturas dosificadas.

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