Revólveres, pistolas, fusiles, carabinas, ametralladoras, subametralladoras, morteros y lanzagranadas, de diversos calibres, se transformaron en acero en el horno eléctrico de Acerías PazdelRío, donde esta semana fueron fundidas 23.514 armas de fuego incautadas por la fuerza pública a grupos armados organizados y a la delincuencia común.
Las armas las transportaron en tren desde Puente Aranda, en Bogotá, cumpliendo con los más estrictos protocolos de seguridad. Durante el trayecto, de aproximadamente 260 kilómetros, un numeroso grupo de soldados garantizó la custodia y seguridad del material. A lo largo del recorrido, la tropa estuvo presente en puntos estratégicos para asegurar la integridad de la carga.
“La destrucción de estas armas no solo representa un hito significativo para el país, al eliminar una cantidad tan considerable de instrumentos del miedo, sino que también nos invita a transformarnos como sociedad, avanzando en el camino hacia la paz, la tolerancia y la convivencia. Siempre anteponiendo el respeto a la vida”, afirmó el presidente de PazdelRío, Fabio Galán.