Ya la cuenta regresiva avanza a pasos agigantados, y en 35 días nos habremos remordido la conciencia de escuchar y leer, ver y confrontar, y hasta padecer tantas estupideces juntas y el país, el departamento, los municipios y sus gentes, a la deriva.
Sarta de promesas, anuncios, mentiras, ataques, burlas, socarronerías y acaparamiento de redes sociales, con el erario, y aduladores hasta para ir al baño. Ego de “yo ordené, hice y deshice”; que mal terminamos el año con las mismas…
Por incautos y descuidados, es decir no interesarnos por el entorno, es que parecemos fiordos, emblemáticos valles estrechos y que se van formando por entre montañas de glaciares, y que nada se alejan a nuestras realidades de profundidad, fríos, empinadas e inundados de agua de mar, pues el fondo de los argumentos y el contexto son bajos, paupérrimos, son helados en su construcción y desarrollo, rodeados de laderas y rodilleras de rocas y hasta el cuello con los designios de la naturaleza -pues las aguas arrasan la tierra legada para producir el sustento-, y de sus resultados pocón, pocón, solo ruido, titulares, fotos, videítos, abrazos, lleva y trae y argucias para su beneficio.
Y tal es el grado de protagonismo que piden, dicen gestionar, logran y ni por respeto acompañan a quien han dado respuesta positiva y quedan con los crespos hechos. Acomodan las cuentas pues en pronunciamientos desordenados anuncian que se imponen la meta de vender o lograr tantas cosas y en las cuentas finales, quedan debiendo y con muchas dudas. Venden espumas infladas y con eso ya cumplieron, se ufanan de ser los de las ideas, pero a costa de un altísimo costo en su logística.
Pero sigamos así, porque como no sale de sus bolsillos, ordenar es como si fuéramos sus feudos, y ya hacen anuncios para los 2 años largos que tendremos que seguir padeciendo sus arrogancias, su desfachatez y orondos siguen atornillados a fogonazos que dan réditos pero que debieran institucionalizar cada 3 meses y darle sostenibilidad a quienes son utilizados para sus ambiciones.
Jugar con las necesidades sociales siempre les permitirá seguir pegados a la vaca, exprimirla, poner a pelearnos entre los que afectados o beneficiados ya tocó o tocará hacerlo. Es un continuo ulular, pero no necesariamente puro como el viento, con una cantidad de cifras que nadie verifica, contrasta, y quien debería poner la cara está relegado o cual perrito-muñeco de taxi, solo asiente.
Y para suavizar temas sacan decretos, contratos, órdenes, directivas e instrucciones para que todo pasa de agache, salgan airosos de sus desatinos o fallas, tratar de infundir odiosas comparaciones, ganar un paso para con tratados internacionales y en últimas todo queda en veremos, sin credibilidad. Se la gastaron hasta quedar con los bolsillos vacíos, pero el hambre no los frena…
Campañas para mostrar dientes, pero por dentro la procesión carcomiendo a funcionarios y entidades, que se han anquilosado, al ser trinchera para colocar sus cuotas y no deja sino desangre.
En pocas palabras estos balances de los fines de año, tanto en lo público como en lo privado, van dejando muchos sinsabores y una sarta de cuentas pendientes que dan felicidad transitoria, pero la deuda se va agrandando y ya lloraremos cuando el cinturón no de un espacio más, o tengamos que apretarlo dejando de usufructuar las bondades y riquezas de la creación y sí pregonando liderazgo.
Nos adelantamos a los sufrimientos que padeceremos en el 2025, pero harto se nos advirtió, se les dijo, se les comunicó, se les puso de presente y cual anteojeras no quisimos mirar más allá de vanidades, arrogancias, egoísmos calculados y desmedidas aspiraciones, para subirse en sus andas.
*Por: Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez. @ricardocipago