El fabricante de automóviles Stellantis, propietario de Vauxhall, anunció este martes sus planes para cerrar su fábrica de furgonetas de esa marca de vehículos en Luton (noroeste de Londres), lo que pone en riesgo el futuro de unos 1.100 puestos de trabajo.
Stellantis, que también posee marcas como Citroen, Peugeot y Fiat, reveló que consolidará su producción de furgonetas eléctricas en otra fábrica situada también en el Reino Unido en Ellesmere Port (noroeste de Inglaterra).
La compañía indicó que se adoptó la decisión en base al «contexto» de las normas diseñadas en el Reino Unido para acelerar la transición a los vehículos eléctricos.
El grupo planea invertir 50 millones de libras (unos 59,9 millones de euros) en la citada fábrica de Ellesmere Port al intensificar sus esfuerzos para cumplir con los requerimientos del Gobierno de llegar al cero neto de emisiones.
Actualmente la fábrica de Luton emplea a alrededor de 1.200 trabajadores a tiempo completo, donde se fabrican vehículos comerciales ligeros.
Un portavoz del Gobierno británico señaló hoy tras conocer la noticia que «si bien es alentador ver que Stellantis invierte en el futuro de su fábrica en Ellesmere Port», éste será un momento de preocupación para las familias de los trabajadores de Luton que podrían resultar afectados por la clausura.
«Mantenemos una alianza de hace mucho tiempo con Stellantis y continuaremos trabajando estrechamente con ellos, así como con los sindicatos y los socios locales sobre los próximos pasos de sus propuestas», apuntó la misma fuente. EFE