Entre los títulos entregados figuran ocho predios en Soatá y dos predios del Centro de Protección Social del Adulto Mayor de ese municipio.
Familias de 29 municipios de Boyacá, que esperaron más de 20 años para legalizar la tenencia de sus tierras, recibieron
534 títulos de propiedad de sus predios.
Entre los títulos entregados por la Agencia Nacional de Tierras (ANT) figuran ocho predios en el municipio de Soatá: los de las instituciones educativas rurales La Jabonera, La Laguna, La Costa, La Hoya del Toldo y El Espinal, que benefician directamente a 41 estudiantes, además de una población cercana a 60 familias del programa FAMI y las juntas de acción comunal que funcionan en esas sedes del campo.
La ANT también entregó los títulos de dos predios del Centro de Protección Social del Adulto Mayor de Soatá, que beneficia a 300 adultos mayores, así como el predio donde se encuentra la planta de tratamiento de agua potable de ese municipio, que beneficia a 2.719 suscriptores del servicio.
“Hay campesinos que llevaban más de 20 años trabajando su tierra sin tener un título de propiedad, sin la tranquilidad de que sus hijos y nietos sean sus legítimos herederos”, explicó el director general de la ANT, Felipe Harman,
La ANT entregó 534 títulos de propiedad sobre 566 hectáreas en 29 municipios boyacenses, entre ellos Boyacá, Betéitiva, Busbanzá, Chinavita, Chivatá, Ciénega, Cómbita, Corrales, Jenesano, Macanal, Motavita, Oicatá, Pachavita, Paz de Río, Ramiriquí, San Luis de Gaceno, Siachoque, Socotá, Soracá, Tasco, Tenza, Tibaná, Tibasosa, Tuta, Soatá y Ventaquemada.
“Adjudicamos baldíos de connotación de servicio público, predios que hoy prestan un servicio a la comunidad. Sin duda, esta entrega de títulos permitirá a la Alcaldía de Soatá ejecutar inversión en ellos y dignificar así la vida de las comunidades rurales que se benefician de los centros educativos, de los programas de adulto mayor y del servicio de agua potable”, afirmó el coordinador de la Unidad de Gestión Territorial de la ANT en Boyacá, Leonardo Plazas.
María del Carmen González, una de las beneficiarias, expresó su felicidad porque después de cuatro años logró tener su predio.
“Ya al menos uno puede invertir, seguir trabajando el campo. Me siento bien y tranquila con mi predio”, manifestó.