El Caracol gigante africano es una de las especies invasoras más peligrosas de la región tropical a nivel mundial, ya que, se alimenta de más de 500 tipos de plantas.
La Corporación Autónoma Regional de Boyacá dio a conocer los controles que hizo al Caracol gigante africano (Lissachatina fulica), en varias jornadas de vigilancia que llevó a cabo con los profesionales, y en los municipios de Puerto Boyacá, Pauna, Maripí, Otanche, Miraflores, Páez y Berbeo.
Voceros de la corporación autónoma explicaron que, los controles a especies invasoras fueron liderados por los profesionales del área de Especies Invasoras de la Subdirección de Ecosistemas y Gestión Ambiental, y además, lo hicieron en coordinación con las alcaldías municipales y la comunidad en general de las provincias de Lengupá y Occidente.
“El caracol gigante se alimenta de todo tipo de materia orgánica en descomposición y hasta de 500 especies diferentes de plantas, lo que lo posiciona como una de las 100 especies invasoras más peligrosas de la región tropical a nivel mundial por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza”, afirmaron los especialistas de la corporación regional.
De este modo, también, relacionaron que, durante este trabajo de vigilancia, y además de implementar las medidas de manejo, se logró informar a la comunidad sobre los caracteres morfológicos del caracol gigante africano que permite diferenciarlos de los caracoles nativos, así como de los impactos y recomendaciones que derivan de la prevención de nuevos focos de dispersión.
Catherine Corrales, integrante del equipo de especies invasoras de la corporación, manifestó que, el control puede combinar tanto lo físico como lo químico, que consiste en la recolección manual y posterior eliminación por medios químicos, generalmente sal común, cal o el uso de cebos con metaldehído.
La profesional agregó que, sin embargo, este último puede traer afectaciones a los caracoles nativos debido a la baja especificidad de los cebos suministrados.
“Se realiza la disposición final, la cual consiste en el enterramiento in situ, en el que es importante que para la selección de las áreas estén lejos de fuentes hídricas, de concesiones de agua, cultivos y actividades relacionadas con los sectores productivos”, precisó la especialista.
Voceros de Corpoboyacá dieron a conocer que, el Lissachatina fulica llegó a Colombia hace aproximadamente 16 años y desde entonces ha colonizado 27 de los 32 departamentos, incluyendo a Boyacá́.
“Actualmente se registra la presencia de la especie en 11 municipios de la jurisdicción de Corpoboyacá, siendo los más vulnerables a la expansión de la invasión, los ubicados en las provincias de Occidente y Lengupá, por sus características bioclimáticas, localizados en la cuenca media del río Magdalena y en las áreas del Piedemonte llanero respectivamente” afirmaron las fuentes.
De esta manera, se enfocaron los controles en los municipios de Puerto Boyacá, San Pablo de Borbur, Otanche, Pauna, Maripí, Tununguá, Berbeo, Miraflores y Páez.