La particular protesta de los cebolleros de Boyacá que adelantaron en la capital del país, logró no solo llamar la atención de miles de personas y del gobierno nacional ayer, sino que irónicamente dejó a muchos felices con la presencia de los agricultores en el centro de Bogotá.
Luego de caminar desde el portal de la 170 a la entrada de la capital, acompañados por camiones hasta el Ministerio de Agricultura, en el centro de la ciudad, a unas cuadras de la Plaza de Bolívar, los labriegos regalaron bultos de cebolla a quienes transitaban por allí.
Y mientras ellos desocupaban costales llenos de su producto, entregándoselos a la gente, en el Congreso de la República, un grupo de líderes se reunía con la gerente general del ICA, y directivos de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), el ministerio de Agricultura y el ministerio de Industria y Comercio, al igual que tres diputados boyacenses y los congresistas Carolina Espitia, Wilmer Castellanos y Jaime Raúl Salamanca, este último quien fue el convocante del encuentro.
Se reunirán nuevamente el miércoles en una mesa de trabajo para evaluar la problemática y soluciones a la grave problemáticas que les está generando la entrada de cientos de toneladas de cebolla de bulbo de Ecuador y Perú, y en 15 días se sentarán con ministros para tomar decisiones.
El presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, quedó como garante de que las reuniones con los líderes de los cebolleros se desarrollen y que se tomen decisiones.