La ciudadanía reclamó más atención de parte de la alcaldía para evitar que se continúe con actos vandálicos hacia los monumentos y las fachadas de los bienes públicos y privados.
“Hay una gran indignación de la ciudadanía por la forma como los vándalos han estado dañando los monumentos, las fachadas de las viviendas y de los edificios públicos con los grafitis, en una acción que destruye el patrimonio histórico y la identidad local”, dijo el veedor de la ciudad Alonso Rafael Gómez.
Para él, el último episodio se dio en el edificio del Palacio de Justicia, y con el busto de Alfonso Soler Mantilla, estatua que fue manchada por los grafiteros y lo mismo ocurrió con la fachada de este bien público.
El veedor ciudadano recordó que, en los últimos meses se destruyó la estatua del escritor Fernando Soto Aparicio, otro acto vandálico contra el monumento del Libertador Simón Bolívar, y en años anteriores la escultura de la artista duitamense María Helena Merchán.
“Ahora los vándalos no solo destruyen los bienes públicos, también han estado dañando las fachadas de los edificios y de las viviendas en el centro, lo que ha estado dando una mala presentación a la ciudad”, explicó Gómez.
Pero además se reclama desde la llamada ciudad Cívica de Boyacá porque en otras ciudades como Tunja, ya se han hecho judicializaciones a personas que dañan los bienes públicos con los grafitis.
El veedor ciudadano dijo que, este daño que se hace en los espacios públicos le da un mal aspecto a la ciudad y produce que el desorden y la anarquía obligue a las personas a alejarse. “Donde hay orden y limpieza siempre habrá seguridad”, precisó Gómez.
Por su parte, el alcalde encargado Jaime Rúa explicó que, la escultura de Soler Mantilla estuvo en custodia de los vigilantes del Palacio de Justicia, ya que, se encontraba inestable, asimismo, enfatizó que, en este momento el busto se encuentra en poder de Culturama y se arregla para volverlo a reinstalar en el pedestal en frente del edificio de justicia de la ciudad.