¿La Inteligencia Artificial podría ser nuestro nuevo profesor particular? – Javier Sneider Bautista #Columnista7días

Columna Javier Sneider Bautista 100

La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en nuestras vidas de manera tan vertiginosa que resulta difícil imaginar un ámbito que no se vea transformado por esta tecnología. La educación, uno de los pilares fundamentales de cualquier sociedad, no es una excepción.

En los últimos años, hemos sido testigos de cómo la IA se ha infiltrado en las aulas, desde herramientas de aprendizaje personalizadas hasta sistemas de evaluación automatizados. Y es que, si bien la figura del docente sigue siendo insustituible, la IA se presenta como un complemento ideal para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.

¿Por qué tanta expectación alrededor de la IA en la educación?, un estudio realizado por UNESCO (2021) destaca que la IA tiene el potencial de abordar algunos de los desafíos más grandes de la educación actual, como la personalización del aprendizaje y el acceso a la educación de calidad. Por ejemplo, plataformas como Khan Academy utilizan algoritmos de IA para adaptar los contenidos a las necesidades individuales de cada estudiante, maximizando su progreso.

Diversos estudios, como el de Siemens y Baker (2012), demuestran que los entornos de aprendizaje personalizados basados en IA pueden mejorar significativamente el rendimiento académico y la motivación de los estudiantes.

Evaluación más precisa: Herramientas como los sistemas de tutoría inteligente (ITS) son capaces de proporcionar evaluaciones continuas y detalladas del progreso de los estudiantes, permitiendo una intervención temprana en caso de dificultades.

La IA puede facilitar el acceso a la educación en zonas remotas o para estudiantes con necesidades especiales. Un ejemplo de ello son los asistentes virtuales que pueden responder preguntas y proporcionar explicaciones en diferentes idiomas.

Si bien los beneficios de la IA en la educación son evidentes, también existen desafíos que deben abordarse:

Brecha digital. Según un informe de la UNESCO (2020), la falta de acceso a internet y dispositivos digitales sigue siendo una barrera para muchos estudiantes, lo que limita su capacidad para aprovechar las ventajas de la IA.

Privacidad de los datos: La recopilación y el análisis de grandes cantidades de datos personales plantean importantes cuestiones éticas en relación con la privacidad y la seguridad. Como señala Zuboff (2019), es fundamental garantizar que el uso de la IA en la educación se realice de manera transparente y respetuosa con los derechos de los estudiantes.

La inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar la educación, pero es fundamental que su implementación se realice de manera cuidadosa y ética, poniendo siempre a los estudiantes en el centro. La IA no debe ser vista como una amenaza, sino como una oportunidad para crear experiencias de aprendizaje más personalizadas, eficientes y equitativas.

Referencias bibliográficas:

  • UNESCO. (2021). Artificial intelligence in education. UNESCO.
  • Siemens, G., & Baker, M. (2012). Personal learning environments: Scale and complexity. International Journal of Educational Technology, 9(1), 3-8.
  • Zuboff, S. (2019). The age of surveillance capitalism: The fight for a human future at the new frontier of power. PublicAffairs

-Publicidad-