Sigue la incertidumbre en torno a la incursión militar ucraniana en la región rusa de Kursk, una incursión que, según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, hace sentir a Rusia lo que ha hecho al comenzar la invasión de Ucrania.
Con información de la Agencia EFE
Tropas ucranianas irrumpieron en la región rusa de Kursk, en el mayor ataque a su territorio en casi dos años y medio de contienda, que según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, hará sentir a ese país lo que ha hecho al llevar la guerra a Ucrania.
Las fuerzas ucranianas han logrado adentrarse en el territorio ruso hasta 35 kilómetros en algunos lugares, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
El avance ucraniano ha sido corroborado por blogueros militares rusos y el canal de Telegram Rybar, considerado próximo al Ministerio de Defensa de Rusia.
Un táctica de avances relámpagos sin choques frontales
Según Rybar, el enemigo emplea una táctica de avances rápidos con pequeños grupos de asalto integrados por hasta seis blindados que eluden las posiciones rusas y entran en las localidades cercanas para registros, tras los cuales las abandonan, con lo que crean la impresión de una gran ofensiva.
“Esta táctica permite a las Fuerzas Armadas de Ucrania lograr su principal objetivo: sembrar pánico y entrar en un espacio operativo donde no hay posiciones preparadas previamente”, añadió el canal, que opinó que para detener al enemigo será necesario minar densamente las posibles rutas de su avance.
La magnitud del ataque ucraniano la confirman los datos ofrecidos por el mando militar ruso, que declaró que las fuerzas ucranianas han sufrido 945 bajas y perdido más de un centenar de blindados desde el comienzo de la incursión.
Rusia ha anunciado el envío de refuerzos a la región de Kursk y emplea la artillería y la aviación para contener a las tropas ucranianas.
Ucrania ataca aeródromo vecino a la región de Kursk
El Ejército ucraniano a su vez confirmó que llevó a cabo un ataque exitoso con drones contra un aeródromo militar en la región rusa de Lípetsk, que colinda al sur con la de Kursk.
“En el curso del ataque fueron alcanzados depósitos que almacenaban bombas aéreas guiadas y una serie de instalaciones en la proximidad del aeródromo”, indicó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas en su canal de Telegram.
Varias localidades próximas al aeródromo fueron evacuadas debido a la detonación de objetos explosivos, según admitió el gobernador de la región de Lípetsk, Ígor Artamónov.
Se desconoce el impacto de este ataque en la capacidad de la aviación rusa para operar contra las fuerzas ucranianas que penetraron en la vecina región de Kursk, que según la revista Forbes están integradas por hasta 10.000 efectivos.
Ucrania guarda silencio sobre la incursión en territorio de la región de Kursk, que coincide los avances rusos en los frentes de Donetsk, en el este de Ucrania.
La guerra llega a Rusia
Sin embargo, el presidente ucraniano dejó claro que Rusia debe experimentar en carne propia lo que es la guerra.
“Rusia trajo la guerra a nuestra tierra, y debe sentir lo que ha hecho. Nos esforzamos por alcanzar nuestros objetivos lo antes posible en tiempos de paz, en condiciones de paz justas. Y así será”, aseguró Zelenski en un mensaje publicado en su página web.
Los que ya han empezado a sentir en carne propia las consecuencias de la presencia enemiga en su territorio son los habitantes de varias localidades de la región de Kursk, entre ellas Sudzha, а 10 kilómetros de la frontera, y Lgov, que podría ser el siguiente objetivo de las fuerzas ucranianas, según algunos expertos.
En caso de alcanzar Lgov, las tropas de Kiev pueden dirigirse a Kurchatov, donde se encuentra la central atómica de Kursk.
Las autoridades de esa urbe llamaron a la calma, aunque reconocieron que la situación es tensa debido a combates que se llevan a cabo a tan solo decenas de kilómetros de la ciudad.