Canadá y los miembros europeos de la OTAN habrán incrementado un 18 % su inversión militar este año frente al 2023.
Con información de la Agencia EFE
Desde este martes 9 hasta el jueves 11 de julio, los líderes de los países de la OTAN celebrarán su cumbre en Washington, cuando vence el plazo de diez años que se dieron en el 2014 para avanzar hasta invertir el 2 % de su PIB en la defensa, con progresos importantes en la mayoría de aliados, a pesar de que Estados como España aún no han alcanzado la meta.
En la cumbre de Gales del 2014, los miembros de la Alianza se comprometieron a avanzar hacia el objetivo de gastar en las fuerzas armadas el 2 % de su producto interior bruto dentro de una década, así como a destinar al equipamiento al menos el 20 % de su inversión militar.
Tras el final de la Guerra Fría, el gasto militar había dejado de ser una prioridad en Europa, pero la actitud cada vez más agresiva de Rusia, incluida la anexión de Crimea en el 2014, llevó a los miembros de la OTAN a comprometerse con el incremento del gasto en el ejército.
Hace diez años solo tres países de la OTAN (Estados Unidos, Grecia y el Reino Unido) destinaban al menos el 2 % del PIB a la defensa y en el 2022 eran siete los que habían llegado a ese objetivo.
Sin embargo, la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia ha conllevado un aumento de la inversión militar en los aliados europeos, que ahora también se enfrentan a las consecuencias para la Alianza de un posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
De hecho, según las estimaciones de la OTAN publicadas en junio, este 2024 serán en total 23 los países que superarán o llegarán a la meta del 2 %, de los 31 miembros de la Alianza Atlántica con fuerzas armadas (Islandia no tiene un ejército permanente).
Los países más avanzados serán Polonia (4,12 % del PIB), Estonia (3,43 %), Estados Unidos (3,38 %), Letonia (3,15 %) y Grecia (3,08 %).
También rebasarán el objetivo del 2 % Lituania, Finlandia, Dinamarca, Reino Unido, Rumanía, Macedonia del Norte, Noruega, Bulgaria, Suecia, Alemania, Hungría, Chequia, Turquía, Francia, Países Bajos, Albania y Montenegro. Eslovaquia se situará justo en el 2 %.
España destinará a la inversión militar el 1,28 % de su producto interior bruto en el 2024, lo que lo situará como el país de la OTAN que menos proporción de su PIB gastará en defensa este año.
Cerca de las cifras españolas se situarán Eslovenia y Luxemburgo (1,29 % del PIB en ambos casos) y Bélgica (1,30 %).
El dato de España, no obstante, supone un incremento frente al 1,19 % que invirtió en defensa el año pasado, según la estimación de la organización transatlántica, aunque el país no espera destinar el 2 % de su producto interior bruto a la defensa hasta el 2029.
La Alianza pronostica que los aliados europeos y Canadá invertirán en el ejército este año el 2,02 % de su PIB, por encima del 1,78 % del 2023.
Canadá y los miembros europeos de la OTAN habrán incrementado un 18 % su inversión militar este año frente al 2023, de acuerdo con las estimaciones de la organización transatlántica.
Aunque este 2024 es la fecha límite que los aliados habían fijado en Gales para avanzar hasta el 2 %, el año pasado, en la cumbre de Vilna, ya aprobaron un nuevo objetivo más ambicioso.
En la capital lituana, los Estados miembros se comprometieron a destinar al menos el 2 % del producto interior bruto a las fuerzas armadas. De ese modo, el 2 % se convertía en un mínimo y no en un máximo.
Por lo que respecta a la proporción del gasto de defensa invertida en equipos militares, España cumple el objetivo marcado de llegar al menos al 20 %, ya que según la organización transatlántica alcanzará el 30,3 % en el 2024, por encima del 27,4 % del 2023.
Veintinueve Estados miembros de la OTAN cumplirán con el objetivo del 20 % este año.
En total, la Alianza calcula que la inversión militar en el 2024 será de 1,184 billones de dólares en toda la OTAN, de los que los aliados europeos y Canadá aportarán 430.112 millones.
Por otro lado, se espera que en Washington los aliados refrenden un nuevo compromiso industrial de defensa para “enviar a la industria una señal de demanda sostenible», según indicó el secretario general de la organización transatlántica, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa en junio.
“Esto nos permitirá aumentar la producción y desarrollar una base industrial de defensa adecuada para nuestro propósito”, comentó el político noruego.