En 18 días salen del mercado varios elementos plásticos que actualmente se elaboran con productos poco amigables con el medio ambiente, por eso el ministerio encargado ha determinado que bolsas para empacar frutas y verduras, pitillos, platos, tenedores y cucharas, entre muchos otros, tendrán que salir de circulación.
Por su parte, las bolsas biodegradables se descomponen de forma natural gracias a la acción de microorganismos como hongos o bacterias y este tipo de ‘plásticos’ seguirán vendiéndose en el país.
El proceso de biodegradación de bolsas amigables con el medio ambiente puede ocurrir en diferentes condiciones:
En vertederos: Las bolsas biodegradables necesitan un ambiente específico para biodegradarse correctamente. En compostaje: Las bolsas compostables están diseñadas para biodegradarse rápidamente en condiciones de compostaje industrial o doméstico. El compostaje es un proceso controlado que requiere oxígeno, humedad y temperaturas específicas. En estas condiciones, las bolsas compostables se descomponen en biomasa y nutrientes, como dióxido de carbono, agua y sales minerales, similar a la descomposición de materiales orgánicos como hojas o cáscaras de frutas.
Desde hace varios años, la tecnología ha tenido avances en este aspecto, elaborando varios tipos de bolsas biodegradables, hechas de materiales derivados de plantas como el almidón de maíz o la caña de azúcar. Se descomponen en plástico de menor tamaño, que luego puede ser biodegradado por microorganismos. Otro tipo de bolsas hidrosolubles, las cuales se disuelven en agua, pero no necesariamente se biodegradan. Pueden ser problemáticas para la vida marina si terminan en el agua.
Es importante tener en cuenta que, no todas las bolsas biodegradables son iguales, algunas se biodegradan más rápido que otras y requieren condiciones específicas para hacerlo. El compostaje no está disponible en todas partes. Las bolsas biodegradables no son una solución mágica, la verdadera solución está en reducir el consumo general de bolsas de plástico, independientemente de su tipo, es fundamental para proteger el medio ambiente.
Ahora bien, conociendo un poco el proceso tecnológico para elaborar una bolsa de estas calidades, se requiere de ciertos materiales como son:
Almidón de maíz, yuca, patata, celulosa, PLA (ácido poliláctico) o PHA (polihidroxialcanoato). Estos materiales pueden provenir de fuentes vegetales renovables o ser producidos por microorganismos. Se pueden agregar aditivos biodegradables como enzimas o microorganismos para acelerar la descomposición del material, plastificantes para mejorar la flexibilidad y pigmentos para dar color.
Los materiales base y aditivos se mezclan cuidadosamente en las proporciones adecuadas, la mezcla se calienta y se pasa por una máquina extrusora que la convierte en una masa fundida homogénea. Luego de lo anterior, la masa fundida se extruye a través de un troquel con la forma deseada de la bolsa (camiseta, asa, etc.), finalmente, la bolsa se enfría rápidamente con aire o agua para solidificarse y mantener su forma.
Y para terminar, la bolsa se corta al tamaño y forma final. Los bordes de la bolsa se sellan térmicamente o con adhesivos biodegradables. Si se desea, se puede imprimir la bolsa con logotipos, información o diseños utilizando tintas biodegradables.
Es importante mencionar que, la maquinaria y los procesos específicos utilizados en la fabricación de bolsas biodegradables pueden variar según el fabricante y la tecnología empleada, la producción de bolsas biodegradables debe cumplir con estándares y certificaciones que garanticen su biodegradabilidad y compostabilidad en condiciones reales.
Quedará prohibido el uso de varios tipos de plásticos de un solo uso, como los pitillos y bolsas de empaque en supermercados, en virtud de la Ley 2232 del 2022 que determinó medidas para la reducción gradual del consumo y la producción de este tipo de productos. La ciencia y la tecnología trabajando para aminorar el daño hecho al planeta tierra.