Corpoboyacá y la comunidad monitorean núcleo de Hipopótamos en Puerto Boyacá

Desde la Corporación Autónoma Regional de Boyacá se vienen adelantando diferentes acciones frente a la población de hipopótamos en Puerto Boyacá.

Por tratarse de una especie con comportamientos territoriales y que pueden llegar a ser eventualmente agresivos, se puede convertir en un encuentro mortal para los pescadores. Foto: Prensa/Corpoboyacá.
Por tratarse de una especie con comportamientos territoriales y que pueden llegar a ser eventualmente agresivos, se puede convertir en un encuentro mortal para los pescadores. Foto: Prensa/Corpoboyacá.

Corpoboyacá a través del equipo técnico del grupo de Manejo de Especies Invasoras, mantiene el monitoreo constante de la especie Hippopotamusamphibius en su jurisdicción, para prevenir el tráfico ilegal de esta, en los sitios donde se ha detectado, lo cual representa una amenaza de nuevos focos de colonización en otros ecosistemas.

Para poder tener referenciados a estos animales, se han instalado cámaras trampa en diferentes puntos estratégicos a lo largo del río Magdalena, en jurisdicción el municipio de Puerto Boyacá, las cuales han permitido registrar la presencia de hipopótamos en zonas frecuentadas por la población local, como playas y zonas de pesca. En los acercamientos con la comunidad, enfocados al fortalecimiento del tejido social, estas cámaras trampa se han instalado en compañía de los niños de las escuelas aledañas donde se han registrado especies representativas de la fauna nativa como al mapache (Procyon cancrivorus).

“Desde julio del año 2023, Corpoboyacá, ha estado monitoreando el núcleo de hipopótamos que habita en las aguas del río Magdalena en el sector conocido como Morro Caliente en el municipio de Puerto Boyacá. Mediante el rastreo de huellas, excremento y reportes de las comunidades aledañas fue posible identificar que el núcleo se trata de aproximadamente 7 a 10 individuos; en el presente año la corporación inició el monitoreo con cámaras trampa, con el fin de estimar las rutas de desplazamiento, hábitos de actividad, comportamiento social”, manifestó Diana Carolina Nova, líder del equipo de Manejo de Especies Invasoras de Corpoboyacá.

El trabajo de Corpoboyacá se ha enfocado en el monitoreo biológico del ecosistema ribereño y ha contado con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de Los Ríos Negro y Nare – Cornare, en actividades de alertas tempranas y de apropiación social del conocimiento de la biodiversidad nativa del río; los encuentros con las comunidades tienen como objetivo promover el conocimiento y la valoración del patrimonio ambiental del Magdalena Medio, también se exhorta a que las personas practiquen el autocuidado en sus actividades cotidianas.

Desde la Corporación aseguran que se están generando alianzas con otras instituciones del orden nacional junto con la alcaldía de Puerto Boyacá para generar alertas tempranas en la población y trabajo conjunto con los habitantes del río, se espera construir alternativas conjuntas, donde se incentive el turismo de naturaleza, y por supuesto fortalecer las dinámicas sociales y de cuidado de la fauna y flora nativa del río.

Frente al tema, la Subdirección de Ecosistemas y Gestión Ambiental de Corpoboyacá, junto a la comunidad ribereña del río Magdalena, perteneciente al municipio de Puerto Boyacá, asegura que ha venido trabajando en el reconocimiento de la biodiversidad en territorio, realizando trabajo social para identificar las especies nativas y su importancia para el ecosistema.

Según esta autoridad ambiental, la comunidad ha sido muy receptiva en las actividades enfocadas a la identificación de las especies invasoras como los hipopótamos (Hippopotamusamphibius), dado que son la segunda causa de pérdida de biodiversidad, generando en igual medida la alteración de los servicios ecosistémicos.

Se trata de ungulados (animales con pezuña) paquidermos, cuya distribución natural, es decir aquella donde se ha desarrollado su historia evolutiva, la presencia de este mega mamífero que puede llegar a pesar hasta tres toneladas, irrumpe en el ecosistema y por tratarse de una especie que no ha evolucionado con los animales del río, puede cambiar radicalmente las dinámicas habituales de los habitantes de la cuenca media y baja del río Magdalena, y poner en peligro las comunidades que sobreviven de los peces. Y por tratarse de una especie con comportamientos territoriales y que pueden llegar a ser eventualmente agresivos; un acercamiento con estos individuos, se puede convertir en un encuentro mortal para los pescadores, al ser este, el grupo poblacional con mayor exposición a situaciones como las referidas; como también para los turistas que visitan el área del Magdalena medio.

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