El lugar donde ocurrió la tragedia, vereda Chaguazá de Labranzagrande, podría ser declarado como campo santo.
Por la inestabilidad del terreno donde ocurrió una avalancha el domingo pasado en el municipio de Labranzagrande, ayer se decidió suspender las labores de búsqueda de cuatro personas desaparecidas, que quedaron sepultadas por tierra y roca que cayeron de lo alto de la montaña en la vereda Chaguazá.
“Por recomendación de las dos unidades para la Gestión del Riesgo de Desastres, nacional y departamental, el alcalde de Labranzagrande, con Gestión del Riesgo, con todos los grupos de socorro y con los familiares, tomó la decisión de suspender la búsqueda. Se declaró cuerpos no recuperables y ya la Iglesia católica tomará la determinación de si declara el lugar como campo santo”, informaron integrantes de los cuerpos de socorro que estuvieron en los trabajos para intentar encontrar a los desaparecidos.
Manifestaron que durante los cuatro días que estuvieron buscando a estas cuatro personas, continuó la remoción en masa en el lugar, que ponía en riesgo la vida de los socorristas y de los caninos.
“En la zona está lloviendo, la visibilidad es totalmente nula y lo más grave es que sobre las personas desaparecidas cayeron demasiados escombros, demasiadas rocas. No fue una remoción en masa de lodo, sino de roca y roca gigante”, explicaron los socorristas.
Dijeron que, cuando se pudo entrar al lugar de la avalancha, los perros marcaron posibles positivos de donde podrían estar algunas de las personas desaparecidas, pero que, al seguir la remoción en masa, se iban perdiendo los posibles positivos.
“Donde posiblemente quedaron las personas desaparecidas había más de 20 o 25 metros de escombros posiblemente encima de ellas. Lo mínimo que se pudo trabajar fue a siete metros, y el perro por más bueno que sea llega una distancia que no puede dar el positivo, teniendo en cuenta, además, que la avalancha también sepultó ganado, porque en el lugar había una finca, y los perros olfatean todos esos rastros”, contaron los socorristas.
Las personas desaparecidas fueron identificadas como Leonidas Hurtado, José Ramiro León Socha, María Luz Patricia Castro (ellos dos, esposos que estaban en su vivienda, la cual quedó sepultada por la avalancha) y Édgar Maldonado. Los tres primeros de la vereda Chaguazá, mientras que el último era del municipio de Pisba.
Participaron en la búsqueda de estas personas, 16 unidades de rescate del Ejército Nacional con dos caninos, ocho unidades de la Defensa Civil con tres caninos, tres bomberos de Tunja con tres caninos, seis bomberos de Labranzagrande, siete unidades de la Cruz Roja Colombiana con dos caninos, cinco integrantes del equipo USAR (Urban Search and Rescue, por sus siglas en inglés) Colombia-24 del Cuerpo de Bomberos de Yopal con dos caninos, 14 funcionarios del banco de maquinaria de Labranzagrande, el asesor de Regiones de la Gobernación de Boyacá, el gerente de la Empresa de Servicios Públicos del municipio, funcionarios de la administración municipal, personal de la ESE Centro de Salud de Labranzagrande, una retroexcavadora de Gestión del Riesgo de Boyacá, la alcaldesa de Pisba, el párroco de Labranzagrande, familiares de los desaparecidos y comunidad en general.