Y si el mensaje se toma de burla, pues a punta de ellas es que pasan los días este desgobierno, que no contento con desbarahustar las instituciones se han dedicado, con sus nefastos y vergonzosos nombramientos en hazmerreír (por ridiculeces y extravagantes), en ser la degradación de lo público, cuando siempre se había venido caracterizado por una seguridad económica de alto nivel mundial, a sí a muchos nos hubiese golpeado pero no llegando al extremo de saciarse con el erario y no ejecutar los recursos que buscan y lograr con “errores” y ni aun así aciertan una.
Con pésimos discursos -retadores e intimidantes- en grandes escenarios donde se encuentran -o los invitan- los mal llamados “cacos”, en una muy seria jornada de intervenciones de salud o de desgracias naturales, en una simple apertura de una actividad comercial de integración, no dan una para dejar un mensaje de esperanza, de tranquilidad, de animar o por lo menos de no sembrar más azare y así es que se envalentonan y siguen enredando los problemas internacionales con los de acá. A la fuerza, es su estilo, haciéndose lucir para ganar titulares y mucha exposición mediática.
Posando de estratega geopolítico o internacionalista es la mejor manera de justificarse y como tienen todas las garantías e las leyes, incluida la que tratar de cortar y manipular, como es la de expresión, mueven sus fichas para hacerse “célebres o famosos”, pero la historia se las cobrará…
Interpretaciones o acomodaciones son las mejores estratagemas para ir aceitando sus campañas, sus atornilladas al poder (en su propia persona o en terceros-así sea manipulando la justicia-) y hasta anunciando que sí pero no, y que no pero sí, que es que no los dejan gobernar y vamos a ver los resultados son peores en la superada, con estoicismo, pandemia; a la que le sacaron punta.
Pero no se lea asustados con acobardados, amilanados o temblorosos, tradúzcase como aterrorizados porque votantes o no ya vieron el talante de esos nefastos gobernantes que en lo mundial, nacional, regional y local dañan las expectativas de vida, de unas generaciones que ambicionaron un cambio, pero no así, sino, así como lo consagran las leyes y que hemos moldeado entre todos en búsqueda de oportunidades, con respeto a derechos y deberes y las libertades.
Miremos que para hoy se ha convocado un paro, del mayor sindicato o gremio de educadores, y así es como presionan los que tiene tantos privilegios (merecidos, negociados o acordados) por sentirse engañados, pero que irradian en daño hacia los niños, jóvenes y estudiantes que van a quedar marcados por las pérdidas de tiempos, tan valioso recurso para ser ciudadanos de bien, pero que los engolosinarán con el bombón que ya han sido protagonistas de ser parte del “pueblo”, con la coyuntura que todos somos pueblo, no pasando por encima de nuestros conciudadanos o buscando pretextos para intimidarnos, con debacles, con supuestas expresiones políticas, para sus intereses personalistas y así nos volvamos repetitivos en los pregones, pero ya esto nos está sabiendo a mal.
Por más dinero que recojan, a punta de impuestos o gravámenes, mientras no haya preparación para hacer una equitativa colocación no les alcanzarán las reformas que propongan o impongan, y eso sí que da susto porque bastaría con una miradita a la vecindad, del chavo o del pajarito.
Vamos a tener que invocar los espíritus del más allá para que nos protejan, nos cobijen, nos alejen de tantas artimañas, que se repiten en atortolados personajes, que no saben qué hacer con el poder que les dieron y les pusieron a administrar su propio caos, y la fácil es usar las “inversiones forzosas.”